Sáb 23.08.2014

EL MUNDO  › LOS CAMIONES FRENADOS EN LA FRONTERA UCRANIANA ENTRARON AYER

El convoy ruso siguió de prepo

Ucrania protestó ante la ONU por la “invasión”, mientras Rusia decía que llevaba “comida para chicos”. Las milicias prorrusas escoltaron los doscientos camiones por setenta kilómetros, hasta que llegaron a la ciudad de Lugansk.

Ucrania denunció ayer en la ONU que la entrada de un convoy de ayuda humanitaria rusa en el este del país, sin el “correspondiente permiso” de la Aduana ucraniana, es una violación a su soberanía. El representante del país en Naciones Unidas, Oleksandr Pavlichenko, expresó además su preocupación por la seguridad de los integrantes del convoy por estar atravesando “territorio controlado por terroristas”. La denuncia se conoció horas antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU se reuniera para analizar la situación en Ucrania, una convocatoria dada a conocer ayer mismo con la irrupción en territorio ucraniano del convoy ruso.

Más de doscientos camiones con asistencia humanitaria rusa llegaron ayer a su destino en la ciudad de Lugansk, sin escolta de la Cruz Roja y sin que se completaran todos los permisos de las autoridades ucranianas. En una conversación telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente ruso, Vladímir Putin, “subrayó que dadas las indisimuladas trabas de Kiev en el asunto de la ayuda rusa a la población del este de Ucrania, que sufre una catástrofe humanitaria, se tomó la decisión de enviar el convoy”, informó el Kremlin.

Tras denunciar numerosos pretextos de Ucrania para impedir el envío de la ayuda, Rusia se saltó el procedimiento negociado con Kiev y la Cruz Roja y ordenó a los vehículos cruzar. Poco a poco, todos los camiones rusos atravesaron la frontera y entraron en territorio controlado por los separatistas prorrusos, que los escoltaron los setenta kilómetros que separan el paso fronterizo ucraniano Izvárino de Lugansk.

“Se trata de una descarada violación a la soberanía de Ucrania y a la ley internacional. No puede ser justificada con la excusa de urgencia”, afirmó Pavlichenko, el número dos de la representación de Ucrania en la ONU.

El diplomático recordó que las autoridades ucranianas habían concedido el permiso a “docenas” de camiones, pero no a todos, y a pesar de eso, el convoy decidió entrar, en contra de las normas locales y sin la presencia de la Cruz Roja. Denunció además que algunos integrantes del convoy bloquearon en las últimas horas las acciones de algunos agentes de la Aduana ucranianos que estaban realizando la inspección.

Pavlichenko mostró también su preocupación por la posibilidad de que las fuerzas rebeldes del este de Ucrania realicen “algunas provocaciones” contra el convoy, como ataques con morteros. “No podemos proveer seguridad a la carga porque el territorio está controlado por terroristas”, agregó.

Previamente, en la misma sala de prensa, el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, describió las acciones oficiales realizadas ante las autoridades ucranianas antes de que el convoy cruzara la frontera y detalló su composición. Churkin dijo que los cerca de 280 camiones transportan granos, comida, generadores eléctricos y bolsas de dormir, entre otras mercancías. El detalle incluía hasta ochenta kilos de té.

“Hemos esperado demasiado y era hora de moverse”, afirmó el embajador ruso sobre la decisión de su país de no esperar a que se completaran todos los trámites aduaneros para que se diera curso a la carga. Reiteró llamamientos anteriores de Rusia para llegar a un alto el fuego con el fin de poder distribuir esta ayuda humanitaria, pero lamentó que las distintas acciones dentro del Consejo de Seguridad no lo hayan permitido. Sobre las sospechas de que la carga pueda incluir suministros a las fuerzas rebeldes del este de Ucrania, respondió: “Pero si es comida para niños”.

En tanto, el jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Valentín Naliváichenko, calificó de “invasión” la entrada del convoy humanitario ruso. “A esto lo llamamos invasión directa. Bajo la cínica tapadera de la Cruz Roja, (los camiones) son vehículos militares con documentos falsos”, dijo Naliváichenko, considerado un halcón dentro de la cúpula política ucraniana. Tampoco dudó en afirmar que parte de los camiones son conducidos por militares rusos cuyo objetivo es secuestrar a ciudadanos ucranianos, ocultar los crímenes de los milicianos prorrusos y conducir los blindados suministrados por Moscú.

También el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko, se sumó a las acusaciones contra Rusia y denunció la entrada en Ucrania de otros 20 camiones rusos a través del mismo paso fronterizo de Izvárino por el que accedió el convoy humanitario. El vocero informó asimismo que dos columnas de blindados prorrusos, integrados por combatientes principalmente rusos y chechenes, se dirigían hacia la ciudad de Lugansk desde otros puntos de la región homónima para reforzar a los sublevados que aún retienen la capital ante la ofensiva lanzada por Kiev. De hecho, a pesar de que el convoy ruso pudo entrar sin problemas en la ciudad sitiada, los combates continuaron hoy durante todo el día tanto en las afueras de Lugansk como en otras zonas de la región.

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