Israelíes y palestinos aceptaron ayer la propuesta egipcia de un alto el fuego en la Franja de Gaza, que entró en vigor ayer tras 50 días de conflicto que causaron la muerte de más de 2140 palestinos, en su mayoría civiles, y de 69 personas del lado israelí, entre ellas 64 soldados.

El primero en anunciar la decisión fue el ex primer ministro del gobierno de Hamas en Gaza Ismail Haniye, quien aseguró que la tregua supondrá “la victoria de la resistencia palestina”. Varios dirigentes de Hamas, movimiento islamista que controla Gaza, y de sus aliados de la Jihad Islámica, segunda fuerza en el enclave palestino, aparecieron ayer por primera vez en público desde el inicio de la guerra.

En paralelo al cese de las hostilidades, el acuerdo estipula también la apertura de los pasos fronterizos entre Gaza e Israel de forma que permita la entrada de ayuda humanitaria y del material para la reconstrucción del enclave palestino, material médico y todo lo que permitirá reparar los sistemas de agua, electricidad y de telefonía móvil. El pacto también permite que los pescadores palestinos puedan pescar en un radio de diez kilómetros en torno de sus costas.

Asimismo, este acuerdo establece que las negociaciones indirectas entre las dos partes sobre el resto de los asuntos pendientes continúen dentro de un mes, como la liberación de prisioneros palestinos a cambio del cuerpo sin vida de soldados israelíes. Más de 5000 palestinos permanecen encerrados en prisiones israelíes. Hamas, que controla Gaza, desea la liberación de unos 60 prisioneros que fueron puestos en libertad en 2011 a cambio del soldado israelí Shalit y quienes fueron de nuevo encerrados en junio, tras el secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes en la Cisjordania ocupada.

El nuevo pacto está basado en la iniciativa propuesta por Egipto y en los acuerdos de cese del fuego de El Cairo de 2012, que pusieron fin a la anterior operación israelí sobre Gaza, Pilar Defensivo. Aquellos acuerdos, además de obligar al cese de las hostilidades, incluían la apertura de los cruces fronterizos de Gaza con Israel y el normal movimiento de personas y bienes en los pasos de acceso a la zona.

La entrada en vigor del alto el fuego vino acompañada de disparos de alegría en la ciudad de Gaza. El acuerdo prevé, según los mediadores egipcios, un levantamiento parcial del bloqueo israelí impuesto en 2006 y que asfixia a los 1,8 millón de gazatíes. En las calles, en medio de las celebraciones, Maha Jaled no escondía su alegría: “Gracias a Dios, la guerra ha terminado”.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, aseguró que la tarea más urgente ahora es reconstruir Gaza, que sufrió un grado de destrucción “más allá de la imaginación” y defendió la necesidad de mantener consultas para evitar una nueva guerra en el territorio costero. En una rueda de prensa ofrecida en Ramalá bajo el respaldo del liderazgo palestino, el mandatario agradeció a Qatar y al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, el papel que jugaron en el desarrollo de las negociaciones indirectas entre israelíes y palestinos para lograr un alto el fuego permanente.

Mientras, Jaled al Bastah, representante en las negociaciones en El Cairo de la Jihad Islámica, afirmó que el acuerdo supondrá el levantamiento del embargo económico y el asedio militar que Israel impuso a la Franja en 2007. En esa misma línea, Musa Abu Marzuq, representante de Hamas en la delegación palestina que negocia en El Cairo el cese permanente de las hostilidades en Gaza, se mostró optimista. “Estamos esperando sólo la declaración oficial, que supondrá el punto de partida para el final de la agresión israelí contra nuestro pueblo”, afirmó.

Las hostilidades entre palestinos e israelíes se habían reanudado hace una semana, después de que ambas partes se acusaran mutuamente de haber llevado el diálogo a un callejón sin salida y de haber roto la tregua entonces en vigor. Desde entonces, cerca de un centenar de palestinos y un niño israelí murieron a causa de los bombardeos del ejército de Israel y el lanzamientos de cohetes y morteros palestinos desde el interior de la Franja.

De hecho, apenas cinco minutos después de confirmarse el anuncio inminente de una tregua, una persona murió en un ataque con morteros en Eshkol, al sur de Israel, mientras que tres palestinos fallecieron tras ser alcanzados por misiles en la ciudad meridional de Rafah, fronteriza con Egipto. Por la mañana, otras cuatro personas murieron al este de la ciudad de Gaza por ataques israelíes. Desde la noche del lunes, las aeronaves israelíes continuaron sus ataques a lo largo y ancho del enclave, reduciendo a escombros uno de los mayores edificios residenciales de ciudad de Gaza. Además, los testigos informaron que varias personas resultaron heridas a causa del ataque israelí sobre Rafah y que fueron trasladadas al Hospital Abu Yousif al Najjar.