Las milicias kurdas de Siria se reforzaron ayer con combatientes procedentes de Turquía para intentar frenar el avance del Estado Islámico (EI) en su enclave de Kobani, en la provincia septentrional siria de Alepo. Ante este panorama, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó una vez más que desea una alianza global en la lucha contra los jihadistas. “Aquí no se trata de Estados Unidos contra el Estado Islámico”, dijo el presidente ayer en un discurso emitido por radio desde Washington. “Esto se trata del mundo contra el Estado Islámico”, advirtió.

Los intentos de los jihadistas por expandir su autoproclamado califato islámico por Siria e Irak chocaron contra la resistencia de las fuerzas kurdas, tanto de las sirias Unidades de Protección del Pueblo Kurdo como de los

“peshmergas” del Kurdistán iraquí. En el territorio sirio, los enfrentamientos prosiguieron sin tregua ayer en los alrededores de Kobani, donde al menos 18 jihadistas murieron en una emboscada tendida por las fuerzas kurdas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. En ese ataque, las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo asaltaron cinco vehículos que transportaban a miembros del EI en la periferia de la población.

Por el momento, el EI se hizo con el control de más de 60 pueblos, según los datos del Observatorio, y se desconoce el destino de los civiles kurdos que quedaban en ellos, aunque el grupo islamista ejecutó ayer a once. Decenas de miles de personas huyeron a Turquía, donde sólo en la noche del viernes entraron unos 45 mil kurdos, señaló el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, en una de las mayores oleadas de refugiados sirios desde el inicio del conflicto en 2011.

Los kurdos en territorio sirio se concentran, sobre todo, en la provincia de Al Hasaka (nordeste) y en las regiones de Afrin y Kobani, así como en Alepo (norte), y suponen el 9 por ciento de la población. Tal es la gravedad de la situación en Kobani, completamente cercada por los radicales excepto por el norte, fronterizo con Turquía, que el presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, pidió a la comunidad internacional que intervenga para proteger esta localidad.

En tanto, Estados Unidos lanzó ayer por primera vez ataques aéreos contra el centro de Mosul, ciudad iraquí ocupada por los combatientes del EI, informaron varios testigos. Hasta ahora Estados Unidos había atacado sobre todo escondites de EI en las inmediaciones de Mosul, situada a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad y uno de los bastiones de la milicia sunnita. Tras conquistar Mosul con un ataque relámpago a mediados de junio, los extremistas de EI comenzaron a tomar otras partes de Irak.

Estados Unidos lleva días lanzando ataques en las inmediaciones de Mosul. Según testigos, el viernes murieron en uno de ellos al menos 22 combatientes del EI. Más de 40 países apoyan actualmente la coalición contra el EI. La idea es buscar más apoyos en la Asamblea General que comienza el miércoles. Por ese motivo, Obama instó al resto de sus aliados a conformar una coalición capaz de contrarrestar el avance de la organización islamista.

El llamado de Obama se produjo luego de que partiera a Camp David, tras un confuso episodio en el que un intruso intentó entrar a la Casa Blanca.

El servicio secreto identificó al individuo como Omar González, de 42 años y residente en Texas. No iba armado y tras el suceso fue trasladado a un hospital de la capital por un fuerte dolor en el pecho. Veteranos corresponsales de la Casa Blanca comentaron en las redes sociales que, en al menos nueve años de trabajo diario en la mansión presidencial, nunca habían visto una evacuación parcial como la de ayer.