Braulio Zaragoza, secretario general del Partido Acción Nacional (PAN) del estado mexicano de Guerrero, fue asesinado a tiros por desconocidos. El homicidio ocurrió cuando el dirigente desayunaba ayer en un restaurante del hotel el Mirador del puerto de Acapulco, sobre el Pacífico, donde planeaba reunirse con otros dirigentes de la fuerza opositora de derecha. El presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, lanzó una enérgica condena por el crimen. “Con profunda tristeza y gran indignación nos enteramos del asesinato de nuestro amigo panista Braulio Zaragoza”, dijo, y exigió a las autoridades estatales y federales que realicen una investigación profunda. “Ya no podemos permitir este clima de inseguridad ni que reine la impunidad”, señaló.

El político se encontraba en una reunión de trabajo en el restaurante del hotel, con una terraza abierta a los acantilados del puerto, cuando tres desconocidos ingresaron al lugar y le dispararon en tres ocasiones por la espalda, indicó una fuente de la fiscalía de Guerrero sin dar más detalles. Otra versión dio el coordinador jurídico del partido, Eduardo Aguilar, quien señaló que Zaragoza fue citado a las ocho de la mañana “deliberadamente en el restaurante, en solitario”.

Delitos como el que ayer envolvió al dirigente del PAN se remontan al primer lustro de la década pasada y tocan a otras fuerzas políticas. En junio de 2005, José Rubén Robles Catalán, ex secretario de gobierno (Ministerio del Interior) de Guerrero por el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue acribillado en el mismo restaurante donde fusilaron ayer a Zaragoza. Los políticos locales han sido a menudo blanco de ataques y amenazas en México desde el inicio de la ofensiva militar contra el narcotráfico lanzada por el ex presidente panista Felipe Calderón, en 2006, que generó una ola de violencia con más de 80.000 muertos.

En un crimen menos habitual, autoridades gubernamentales confirmaron el miércoles pasado el secuestro y asesinato del diputado federal priísta para Jalisco (oeste), Gabriel Gómez Michel, que sacudió a la clase política, mientras el gobierno de Enrique Peña Nieto (PRI), asegura que la violencia está en baja. En Guerrero, uno de los estados más pobres y violentos de México, y territorio clave para la producción de drogas, al menos 13 personas fueron asesinadas desde el jueves. El gobierno sigue investigando los espisodios violentos del viernes en la ciudad de Iguala, donde una protesta de estudiantes de magisterio desencadenó en una serie de enfrentamientos entre la policía local y grupos armados que arrojaron un saldo de al menos seis muertos, entre ellos dos alumnos y dos futbolistas de un equipo de tercera división cuyo micro fue baleado. Al menos 22 policías locales fueron detenidos de forma preventiva por estos hechos enmarcados en las habituales protestas de maestros estatales contra la recién aprobada reforma educativa.