Nuevos bombardeos de la coalición liderada por Estados Unidos provocaron ayer un retroceso del Estado Islámico (EI) en la ciudad kurdo-siria de Kobani, a punto de caer en manos del grupo jihadista. Al menos tres fuertes explosiones se produjeron en la ciudad, dos de ellas por ataques de la coalición internacional y una tercera por un ataque suicida de un jihadista del EI contra la sede de la policía kurda en Kobani. A pesar de la intensidad de los enfrentamientos, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, afirmó que para Washington no es prioritario frenar la toma de la ciudad fronteriza. “Los objetivos originales de nuestros esfuerzos han sido atacar los centros de mando y control y la infraestructura. Estamos tratando de privar al EI de la capacidad general para hacer esto, no solo en Kobani, sino en todo Siria y en Irak”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense.

La norteña ciudad kurda, fronteriza con Turquía, viene concitando enorme atención internacional desde que el avance de los islamistas obligó a casi 200.000 personas a abandonar sus casas y refugiarse en suelo turco, en medio de temores a que los extremistas masacren a sus habitantes. Turquía, que generó un gran descontento entre su propia y minoritaria comunidad kurda por su rechazo a intervenir en los combates, aseguró que los jihadistas estaban a punto de tomar Kobani. Mientras, la ONU llamó a la comunidad internacional a actuar para evitar su caída.

El Comando Central militar estadounidense (Centcom) informó que aviones de la coalición lanzaron seis nuevos ataques contra posiciones del EI cerca de Kobani el martes y ayer, destruyendo un blindado, otros vehículos armados y una pieza de artillería pertenecientes a los islamistas.

En su comunicado, el organismo castrense dio a conocer que, además de los seis ataques aéreos en la periferia de Kobani, aviones de Estados Unidos y los Emiratos Arabes Unidos lanzaron otros tres bombardeos, entre ellos dos contra un centro de entrenamiento en Al Raqqa, principal bastión del EI en el norte de Siria. Otro ataque destruyó un tanque cerca de la ciudad oriental de Deir Ezzor, agregó el parte. El EI irrumpió el lunes en Kobani por el este y sur de la ciudad luego de un asedio de tres semanas.

En tanto, la organización Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que tiene su sede en Londres y una red de informantes en Siria, dijo que los bombardeos se concentraron en zonas del este y sur de Kobani donde estaban agrupados los jihadistas.

El Observatorio agregó que al menos 45 combatientes del EI murieron en los últimos dos días por bombardeos de la coalición encabezada por Estados Unidos, de la cual también participan varios países árabes de Medio Oriente. Un comandante kurdo, Idris Nassan, expresó ayer que la intensificación de los ataques aéreos forzó a los jihadistas a retroceder de numerosas posiciones, y en algunos casos los obligó a retirarse a las afueras del enclave kurdo.

El organismo humanitario que el EI y las Milicias de Protección del Pueblo Kurdo continuaron librando ayer enfrentamientos en el barrio oriental de Kani Arabane y en la zona sur de la ciudad.

Las milicias kurdas están superadas en número y armamento por los extremistas, que cuentan con tanques, armas pesadas y vehículos militares capturados al ejército del vecino Irak. El grupo islamista, una escisión de la red Al Qaida, controla extensos territorios en Siria e Irak en los que proclamó un califato islámico e impuso una versión estricta de la ley islámica.

La ONU acusó al EI de crímenes de guerra y contra la humanidad, incluyendo decapitaciones y crucifixiones de cristianos y miembros de otras minorías religiosas. Alarmado por el avance del EI, Estados Unidos formó una coalición internacional para atacarlo desde el aire, comenzando con bombardeos en Irak en agosto pasado y en Siria desde el 23 de septiembre.

El martes, miles de kurdos se manifestaron violentamente en varias ciudades turcas en rechazo a la actitud pasiva del gobierno de Turquía frente al avance del EI en Kobani. Al menos 18 personas murieron en dichas protestas, en las que hubo choques tanto con las fuerzas de seguridad como también con militantes islamistas, informó el gobierno turco.

En Bruselas, un grupo de más de un centenar de kurdos rompió una puerta de vidrio e irrumpió en la sede del Parlamento Europeo para protestar por la pasividad que a su juicio tiene la Unión Europea (UE) ante los ataques del EI. Un grupo de eurodiputados, entre los que se encontraba el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, recibió a algunos de los participantes en la protesta que, tras este gesto, abandonaron el lugar voluntariamente.

Estados Unidos y el Reino Unido indicaron ayer que es necesario examinar la posibilidad de crear una “zona neutral” o desmilitarizada en la frontera entre Siria y Turquía para proteger a los desplazados, una idea propuesta por el gobierno turco y respaldada por Francia.