El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva se metió ayer de lleno en la campaña por la reelección de su sucesora, Dilma Rousseff, y atacó al candidato opositor Aécio Neves. Durante un acto realizado en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, Lula tildó al socialdemócrata de “hijito de papá”, en referencia a la acomodada situación económica de Neves. Además, lo acusó de haberle faltado el respeto a Rousseff en el debate televisivo realizado el jueves y sugirió que el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) no respeta de la misma manera a las mujeres que a los hombres.

“Nunca vi a un ciudadano faltarle el respeto a la presidenta como nuestro opositor. Eso no es un comportamiento de un candidato, es un comportamiento de esos hijitos de papá que creen que los demás tienen que hacerles todo. No sé si tendría coraje de ser tan grosero si el adversario fuera un hombre”, dijo Lula en la capital de Minas, estado que fue gobernado por Neves durante dos períodos.

El ex mandatario también criticó el hecho de que Neves, cuando tenía 19 años, trabajara como asesor parlamentario de su padre, el ex diputado Aécio Cunha, aun cuando residía en Río de Janeiro y el Congreso quedara en Brasilia. Según el ex presidente, el que ostentaba Neves era el mejor empleo del mundo. “¿Quién sabe cuál fue el primer empleo de Aécio? El primer empleo de Aécio fue de asesor del padre, que era diputado electo por Belo Horizonte. ¿Y él fue a asesorar a su padre en Minas, en Brasilia? No, en Río de Janeiro”, ironizó.

Lula se refirió además a un artículo de la revista The Economist, en el que se defiende la candidatura del socialdemócrata. “Como si no bastara la prensa brasileña (para apoyar a Neves), vi a la revista The Economist pidiendo votos para el adversario de ella (Rousseff). Es la revista más importante del sistema financiero internacional, de los bancos, de los ladrones. Esa revista que defiende a los bancos no quiere a Dilma, quiere a Aécio. ¿Cuál es la respuesta que le tenemos que dar? Si Aécio es el candidato de los banqueros, óptimo. Porque Dilma es la candidata del pueblo brasileño”, apuntó.

A una semana de la segunda vuelta electoral la presidenta Rousseff y Neves ajustan sus campañas, que hasta el momento se centraron más en ataques personales que en propuestas de gobierno, para conquistar a los electores que necesitan para ganar una elección que se anticipa reñida.

Hoy por la noche los candidatos tendrán su penúltimo debate con vistas a la segunda vuelta del próximo domingo, en los estudios del canal Record en San Pablo, al que llegan con encuestas de intención de voto que los ubican en un empate técnico y alternándose en la cima. El 5 de octubre, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) reunió el 41,5 por ciento de los votos, contra un 33,5 del senador del PSDB.

Con la mira puesta en el debate de hoy, la presidenta suspendió ayer las actividades que tenía previstas en Río de Janeiro para descansar en Brasilia y reponerse de la baja de presión que sufrió el jueves en la noche, tras el áspero cruce por televisión que mantuvo con Neves. Sin embargo, concedió un extenso reportaje a la revista Carta Capital, donde reiteró que “la diplomacia del PSDB es hablar fuerte con Bolivia y suave con Estados Unidos” y se defendió de los ataques de la oposición por los bajos números de crecimiento y los índices de inflación en su gobierno.

La mandataria señaló que el mundo atraviesa la peor crisis en los últimos 80 años, pero que, a diferencia de otros países, Brasil no redujo puestos de trabajo. “No obligamos a los trabajadores a pagar la cuenta”, agregó.

Según analistas del mercado, Brasil crecerá este año menos del 0,30 por ciento y la inflación está en el límite de la meta máxima fijada por el gobierno, del 6,5 por ciento anual.