La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sufrió la primera derrota parlamentaria luego de haber alcanzado la reelección en los comicios del domingo. La Cámara baja rechazó ayer una medida provisional que obliga al Palacio del Planalto a consultar a representantes de la sociedad civil sobre proyectos de interés social.

La medida dictada este año, destinada a crear mecanismos de participación en el proceso de decisión de grupos sociales históricamente excluidos y consolidar la participación social como método de gobierno, todavía debe pasar el debate y la aprobación en el Senado. La propuesta, sin embargo, fue rechazada en la noche del martes a través de un proceso de votación simbólico, en el que los grupos de oposición a Rousseff obtuvieron el apoyo del principal socio de la coalición gubernamental, el centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y de otras agrupaciones aliadas.

Sólo apoyaron la medida impulsada por el gobierno el Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff y otras dos agrupaciones de izquierda, el Partido Comunista de Brasil (PCdoB) y el Partido Socialismo y Libertad (PSOL). El líder del PT en la Cámara baja, el ex sindicalista Vicente Paulo da Silva, más conocido como Vicentinho, atribuyó la derrota asestada al oficialismo a los resquemores ocasionados por la disputa electoral que finalizó el domingo, en la que Rousseff conquistó un nuevo mandato gracias a una victoria lograda por el 51,64 por ciento de los votos válidos.

Según el diario O Globo, el propio presidente de la Cámara baja, Henrique Eduardo Alves –quien fracasó en su intento de convertirse en gobernador del estado de Rio Grande do Norte en las últimas elecciones– fue quien encabezó el rechazo del PMDB, a la medida. Sin embargo, Alves negó que su oposición a la propuesta haya sido motivada por su fracaso en las urnas, y recordó que, antes de las elecciones, le había sugerido a Rousseff que convirtiera la propuesta en un proyecto de ley para que fuera analizado por el Congreso, en lugar de enviarla en forma de decreto presidencial.

Asimismo, el diputado Lucio Vieira Lima, del PMDB, afirmó que el rechazo del decreto demuestra que el Congreso desea que Rousseff concrete su promesa de estrechar el diálogo con el Poder Legislativo. “Esta derrota es educativa. Es para demostrar que el discurso de diálogo, de negociación con el Congreso, no puede estar limitado a la teoría, sino que tiene que concretarse”, advirtió.

En este contexto, la presidenta brasileña admitió esta semana por primera vez la posibilidad de someter a un referéndum popular un proyecto de reforma política elaborado por el Congreso. “Todos defienden la consulta popular, ya sea en forma de referéndum o de plebiscito. Ambos tendrán como desenlace una Asamblea Constituyente. No sé de qué forma ocurrirá, pero me parece difícil que no sea con consulta popular”, afirmó Rousseff.