EL MUNDO › MUESTRA A LOS POLICIAS INDIFERENTES ANTE LA MUERTE DE ERIC GARNER
Las grandes ciudades de Estados Unidos vivieron el viernes una tercera noche de protestas, tras los últimos casos de ciudadanos negros muertos a manos de la policía en circunstancias poco claras.
Un nuevo video del asesinato del afroamericano Eric Garner, que lo muestra ya sin vida y rodeado de agentes, suscitó mayor preocupación por el accionar policial. De acuerdo con The Washington Post, la grabación expone el desinterés de los policías por el hecho, que tardan en llamar a una ambulancia. En tanto, la indignación por el asesinato de jóvenes negros crece a lo largo de Estados Unidos. Las grandes ciudades del país vivieron el viernes una tercera noche de protestas tras los últimos casos de ciudadanos negros muertos a manos de la policía en circunstancias poco claras. Nueva York, Chicago, Miami, Washington DC, Boston, Las Vegas, Oakland (California) y Ferguson (Missouri) registraron las manifestaciones más numerosas, con cortes de rutas y algunos arrestos, pero de tono pacífico y sin incidentes serios.
Eric Garner, de 43 años y asmático, murió en Nueva York el pasado 17 de julio por asfixia, después de que el policía vestido de civil Daniel Pantaleo le colocó el brazo alrededor del cuello y ejecutó una llave de estrangulamiento, acto que fue filmado por un hombre que pasaba por el lugar. Sin embargo, se reveló ayer un segundo video en el que se muestra el cuerpo sin vida de Garner rodeado de policías indiferentes ante la muerte del hombre. “(Los agentes) no muestran ningún sentido de urgencia o preocupación. Es como si el hecho fuera algo banal”, escribió Emily Badger en The Washington Post.
La consigna “No puedo respirar”, en alusión a la muerte por asfixia de Garner a manos de un policía, fue la más escuchada en las protestas, como lo fue en Ferguson el “No dispare” tras la muerte de Michael Brown. Otro de los gestos simbólicos en las manifestaciones fue el de tirarse al suelo boca arriba, una imagen que se vio en escenarios de todo el país, como en la Universidad de Harvard en Boston. A falta del recuento oficial de arrestos, las autoridades locales informaron de varios en Ferguson, Chicago y Oakland, la mayoría por bloquear la vía pública.
Con mayor o menor intensidad, la protesta en las calles de las principales ciudades de Estados Unidos se mantiene viva desde el 24 de noviembre, cuando el policía blanco Darren Wilson quedó libre sin cargos tras matar a tiros en agosto al joven negro Michael Brown, quien caminaba desarmado en una zona de Ferguson.
En Nueva York, el fiscal Kenneth Thompson anunció ayer que designará un gran jurado para conocer a fondo el caso de Akai Gurley, otro ciudadano negro que murió por un disparo de la policía el mes pasado, en un hecho calificado oficialmente como accidente. Gurley, de 28 años, murió el 21 de noviembre en un edificio habitacional del condado de Brooklyn, al recibir un disparo en el pecho cuando bajaba una escalera interna en la que también había dos agentes policiales realizando una inspección.
Ayer fue el entierro de Gurley, quien fue despedido por gran parte de la comunidad. “Akai no se ha ido, nos lo han quitado, golpeado por una bala que nunca debió haberlo encontrado”, dijo la defensora del pueblo de Nueva York, Letitia James. “Ningún padre debería enterrar a sus hijos. Estamos aquí con lágrimas en los ojos y sin rabia en el corazón para consolar a la familia”, aseguró por su parte el reverendo Clinton Miller.
En este contexto, el jueves se conoció otro nuevo caso: un agente mató el martes de dos tiros en el torso a otro hombre negro desarmado tras un forcejeo entre ambos en Phoenix (Arizona), donde también se registraron protestas. Según la versión policial, Rumain Brisbon estaba vendiendo drogas en un auto cuando el policía le pidió que levantara las manos, orden a la que el sospechoso no accedió. Brisbon corrió hacia un edificio, donde ambos comenzaron un forcejeo durante el cual el sospechoso metió las manos en los bolsillos del pantalón, lo que de acuerdo con el relato de la policía hizo pensar al agente que tenía un arma. El policía, identificado sólo como un hombre blanco de 30 años, le disparó dos tiros en el torso que provocaron la muerte del sospechoso, de 34 años. El caso se suma al asesinato de un niño de 12 años, Tamir Rice, que jugaba con una pistola de juguete en Ohio, también a manos de un policía blanco, el pasado 21 de noviembre.
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