Desde Roma

Un negocio millonario de corrupción y coimas en torno de contratos y licitaciones municipales que ha salpicado a numerosos políticos y empleados administrativos, y cuyo motor serían organizaciones extremistas de derecha y mafiosos, ha salido a relucir en estos días en Roma haciendo temer a algunos que, aprovechándose de estos tiempos de crisis económica y desocupación, la criminalidad organizada se haya apropiado de una parte de la capital italiana y sus negocios, como ya había hecho con otras ciudades del norte del país. El martes pasado, 37 sospechosos fueron detenidos por la policía financiera italiana, incluyendo al presunto líder de este movimiento criminal que ha sido bautizado Mafia Capital, Massimo Carminatti, un ex miembro de las NAR (Núcleos Armados Revolucionarios), organización neofascista de los años ’70. Según las investigaciones, Carminatti, a su vez, mantiene muy buenos contactos con varias organizaciones criminales como la ‘Ndrangheta calabresa y la Camorra de Nápoles. El “fasciomafioso”, como lo han bautizado por sus orígenes fascistas, habría creado una inmensa y durable red de relaciones con políticos, empleados administrativos, exponentes de la Guardia de Finanzas o policía financiera, estudios de abogados que los representan –y también a otros sectores mafiosos– y estudios contables.

El titular de uno de estos estudios contables, al ser arrestado por la policía, tenía en su casa un enorme archivo con documentación suficiente como para extorsionar y presionar a numerosos personajes del mundo de la política. Gracias a las presiones a nivel administrativo o político y a las coimas que pagaban, Carminatti y los suyos conseguían licitaciones de obras públicas, como la compra de numerosos ómnibus para una línea especial en una calle muy transitada de las afueras de Roma que nunca se pusieron en funcionamiento.

El escándalo ha sacado a relucir infinidad de intercepciones telefónicas en las que aparecen implicados varios de los arrestados hasta ahora y muchos otros a los que por el momento sólo se les ha allanado la casa o se les ha convocado a declarar. Entre estos últimos está el ex alcalde de Roma y militante de la derecha Gianni Alemanno, al que en una de esas escuchas algunos personajes lo acusan de haber hecho cuatro viajes a la Argentina con valijas llenas de dinero. Uno de los que lo acusa es Luca Odevaine, ex vicejefe de gabinete del ex alcalde del Partido Democrático (PD, centroizquierda) Walter Veltroni y hasta el día de su arresto, hace menos de una semana, coordinador para los refugiados del Ministerio del Interior. El ahora ex funcionario habla con otros dos empleados de la municipalidad de Roma. Según dicen, en las escuchas Alemanno habría viajado a Argentina con su hijo y habría pasado por zonas VIP, evitando así los controles del aeropuerto.

Alemanno es un ex miembro del Pueblo de la Libertad (PdL), fundado por Silvio Berlusconi, y ahora dirigente de un movimiento que fundó él mismo después de que se fue del PdL, según dijo, por “falta de democracia interna”. El nuevo partido se llama curiosamente Prima l’Italia (Primero Italia), haciendo hincapié en las palabras que usa la derecha para criticar la recepción de inmigrantes por parte del gobierno italiano. Militante de distintas organizaciones de derecha desde que era joven, luego entró en el MSI (Movimiento Social Italiano), fundado por los herederos del duce Benito Mussolini. Fue elegido alcalde de Roma en 2008 y duró hasta 2013, momento en que se hizo cargo de la municipalidad un representante del centroizquierda, Ignazio Marino. Pero también fue ministro de Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales del gobierno de Berlusconi de 2001 a 2006.

Sobre los viajes y el dinero, Alemanno desmiente todo y dice que nunca sacó dinero al exterior y que estuvo en la Argentina de vacaciones en 2011-2012, con un grupo de amigos y su familia, para visitar la Patagonia. Pero no es la primera vez que estuvo en Buenos Aires, dado que en Italia se asegura que es miembro honorario de la Cámara de Comercio Argentina. Los investigadores que están detrás de la pistas de Mafia Capital dijeron que no tienen ninguna prueba de que Alemanno haya salido con dinero para Buenos Aires.

Sin embargo, la prensa italiana asegura que ha habido fuga de dinero hacia países como Costa Rica y Honduras, donde Carminatti y compañía querían iniciar actividades de venta de productos italianos. También se dice que Panamá ha sido uno los paraísos fiscales donde habría terminado parte de esos capitales. Para el movimiento de ese dinero, la policía ha descubierto que se habría usado al menos una sociedad fiduciaria de Lugano, en Suiza, que se ocupa de administrar bienes de personas extranjeras.

El ministro del Interior de Italia, Angelino Alfano, mientras tanto, decidió ayer encargar al prefecto –representante del Estado encargado de las relaciones con las regiones italianas– Giuseppe Pecoraro hacer una investigación a fondo sobre el ya famoso escándalo Mafia Capital, para ver hasta dónde ha sido contaminada por los mafiosos la administración de Roma. En caso de comprobarse esa contaminación, el presidente de la república puede dar por terminado el mandato de las actuales autoridades y llamar a elecciones.

“Da mucha rabia saber que algunos roban cuando el país está en crisis. La gente me para por la calle y me dice ‘arréstenlos a todos’. Pero la indignación de un día no es suficiente. Debe ser sustituida por un compromiso duradero. La corrupción no se vence gritando dos días”, dijo a la prensa Raffaele Cantone, presidente de la Autoridad Nacional Anticorrupción.