Trece policías fueron detenidos ayer en la ciudad mexicana de Medellín, estado de Veracruz, por la desaparición del periodista Moisés Sánchez la semana pasada.

Un juez de Veracruz había ordenado la detención de 13 de los 36 policías municipales de Medellín, en el marco de la investigación por la desaparición de Sánchez, director y editor del semanario La Unión el viernes último. “Queremos que la fiscalía ejerza su facultad de acción para investigar y perseguir los delitos cometidos contra la libertad de expresión en el caso de la desaparición de Moisés Sánchez”, señaló en un comunicado la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Los familiares del periodista presentaron la denuncia en la fiscalía de Veracruz. Según su testimonio, el 2 de enero un grupo de desconocidos armados y vestidos de civil irrumpieron en su casa y se llevaron por la fuerza al periodista, así como su computadora, cámara fotográfica y teléfono. Desde entonces no se sabe nada de Sánchez.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó su preocupación por la desaparición de Sánchez y solicitó a las autoridades dar con el paradero del profesional. “La Unión es una publicación que informa sobre las actividades vecinales para defenderse de la violencia, el incremento de la delincuencia, la inseguridad y la falta de acción del gobierno local para hacer frente a estos problemas”, apuntó la SIP en un comunicado. De acuerdo con información recogida por dicho organismo, Sánchez había recibido el año pasado varias amenazas por personas que no llegó a identificar, supuestamente a causa de sus actividades de denuncia.

México es considerado como el país más peligroso de Latinoamérica para ejercer la labor periodística y uno de los mayores a nivel mundial. Por lo menos siete periodistas fueron asesinados en México en 2014, más que ningún otro país en la región, según el centro Periodismo en las Américas de la Universidad de Texas en Austin.

Mientras las detenciones eran llevadas a cabo, apareció otro síntoma de la escalada de violencia en el país. Al menos 109 escuelas fueron cerradas en la ciudad de Acapulco, como consecuencia de un paro declarado por el sindicato docente en reclamo por la inseguridad reinante. “La gendarmería ha hecho un excelente trabajo aquí en Acapulco, nos ha apoyado y también el ejército. No se pueden estar quedando en todas las escuelas si son 1113”, afirmó el alcalde de la ciudad, Luis Walton. Sin embargo, destacó que los agentes realizan un patrullaje constante, ante las amenazas de bandas armadas que extorsionan y secuestran a docentes. De hecho, es parte del paisaje de la ciudad turística que haya camionetas con gendarmes fuertemente armados y pertrechados para combate.

El intendente confió en que a más tardar en dos semanas se normalicen las clases en todas las escuelas de Acapulco. Además, el alcalde consideró que el conflicto se acentuó porque los docentes no recibieron su bono anual.

El miércoles pasado, el secretario de Educación de Guerrero, Salvador Martínez, llamó a los integrantes del crimen organizado a que dejen trabajar a los maestros en Acapulco. “Dejen que den clases a los niños, dejen de secuestrar a los maestros, déjenos en paz a niños y niñas”, dijo el secretario a la prensa local.

En sintonía con el reclamo docente en pos de mayor seguridad para ejercer su trabajo y para los alumnos, las autoridades mexicanas incautaron propiedades del cartel de los Caballeros Templarios en el estado de Michoacán, también en el sur del país. Por lo menos 12 residencias, ranchos y negocios propiedad de integrantes de dicho cartel de narcotraficantes fueron incautados ayer por las autoridades mexicanas, en una operación realizada por policías federales y estatales. Entre estos inmuebles se encuentra un rancho llamado Ilusión, así como diversas residencias y locales comerciales que eran utilizados para distintas actividades criminales.

A su vez, el recientemente electo cardenal Alberto Suárez declaró que uno de los motivos que tuvo el papa Francisco para nombrarlo fue la preocupación que tiene sobre la violencia en México. “El Papa quiere reconocer por un lado el dinamismo, la tradición y la importancia de la fe cristiana en México. y luego pues también está preocupado por la actual situación que hoy vivimos de inseguridad, corrupción y crimen. El 14 de febrero Suárez será ungido cardenal a los 75 años. “Hay geográficamente algunos lugares estratégicos para que algunos hagan una especie de madrigueras o nidos, lugares poco comunicados, lugares con desempleo cerca del puerto Cuautémoc Cárdenas, donde fácilmente se usan a jovencitos dándoles grandes cantidades de dinero para contratarlos como sicarios o colaboradores suyos”, dijo Suárez, refiriéndose a la zona de donde surgieron los Caballeros Templarios.