La llegada de la izquierda al poder en Grecia provocó la reacción del Fondo Monetario Internacional y de la Unión Europea. La directora general del FMI, Christine Lagarde, afirmó que el organismo está listo para iniciar conversaciones con el nuevo gobierno. “Estamos dispuestos a seguir apoyando a Grecia”, a la vez que esperan que Atenas “realice las reformas pendientes”. Por su parte, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, afirmó que estudiará en detalle la lista de deseos del nuevo gobierno griego, pero subrayó que hay reglas que ese país debe cumplir y que cree que la reestructuración de la deuda no es una cuestión urgente.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schëuble, señaló que nadie impone a Grecia nada y que lo único que el Eurogrupo siempre quiso hacer es ayudar con la mejor intención a ese país. En tanto, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, afirmó que el próximo gobierno griego y la Unión Europea tienen objetivos comunes y que antes de entrar en discusiones sobre la deuda helena o el futuro de la Troika, es necesario cerrar la revisión del programa de rescate griego pendiente desde hace meses. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, felicitó al nuevo premier, Alexis Tsipras, por su victoria en las elecciones de anteayer y afirmó que la UE quiere seguir apoyando al país mediterráneo.

A su llegada a una reunión con los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, Juncker señaló que es de sentido común, y según las normas lo establecen, que la CE trabaje con todos los gobiernos, sean cuales fueren, de manera estrecha. “Eso lo haremos con Grecia”, aseguró. Consultado por una posible reestructuración de la deuda griega, el titular de la CE recordó que hay reglas establecidas en un acuerdo con las autoridades helenas. “En este momento no tengo eso en la esfera de mi mandato, pero hablaremos con el nuevo gobierno. No creo que una quita sea aquí una cuestión urgente”, consideró. “Veremos lo que quiere el nuevo gobierno griego y hablaremos con él como hablamos con todos los gobiernos”, insistió el presidente de la CE.

Por su parte, Schëuble aseguró que en el futuro tampoco se va a forzar a Atenas ni a ningún otro gobierno, pero al mismo tiempo criticó que un día después de las elecciones se pongan exigencias a los socios de la Eurozona. “Si nos preguntan, damos consejos; pero sin que nos lo pidan no los damos”, manifestó el ministro de Finanzas. “Las responsabilidades asumidas cuentan”, recordó el funcionario alemán, quien sostuvo que Grecia, en los últimos años, ha registrado muchos progresos. El ministro defendió que su país luchó en Europa para que haya un impulso a las inversiones y a las reformas estructurales y valoró que la CE hubiera tomado ahora con fuerza esa iniciativa. “Hacen falta reformas, un buen marco institucional que funcione, inversiones, una política de finanzas sólida. Todo eso crea empleos y crecimientos y que eso funciona lo hemos demostrado el año pasado también en Alemania”, indicó Schëuble.

El Businesseurope, que representa a la Unión de las Industrias de la Comunidad Europea, instó ayer a los nuevos dirigentes griegos y a los del Viejo Continente a adoptar un enfoque responsable en las negociaciones sobre el futuro del rescate de Grecia y un eventual alivio de la deuda. “Los griegos han decidido. La rápida formación de un nuevo gobierno es positiva, ya que un largo período de incertidumbre sería contraproducente en estos momentos”, señaló la patronal europea.