Mar 03.02.2015

EL MUNDO  › JUNTO CON OTROS 13 ACUSADOS, EL EX HOMBRE FUERTE DEL FMI ESTá IMPUTADO POR “PROXENETISMO AGRAVADO EN REUNIóN”

Strauss-Kahn al banquillo por proxenetismo

El juicio apunta a determinar las responsabilidades de quienes montaron una red de prostitución y orgías organizadas en París, Madrid, Viena y Washington. Sospechan de una supuesta manipulación orquestada por Sarkozy contra su entonces rival.

› Por Eduardo Febbro

Desde París

Apenas comenzar el año, el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique StraussKahn, regresa al primer plano judicial con el inicio de un juicio que lo implica en un inverosímil caso de proxenetismo organizado a partir del hotel Carlton de la norteña localidad de Lille, cerca de la frontera con Bélgica. En su versión más resumida, el juicio apunta a determinar las responsabilidades de quienes montaron una red de prostitución y fiestas sexuales organizadas en París, Madrid, Viena y Washington con prostitutas pagadas por el director de una filial del grupo de construcción Eiffage y otro dirigente de una empresa de material médico. En esas sex party participó Strauss-Kahn en momentos en que estaba al frente del FMI y, en Francia, se perfilaba como el candidato socialista con mejores opciones de ganar las elecciones presidenciales de 2012. StraussKahn reconoció haber estado en varias festicholas, pero negó estar al corriente de que las mujeres eran prostitutas remuneradas.

Esta es la segunda vez que los apetitos sexuales de DSK –así se lo apoda en Francia– lo conducen a los tribunales. La primera y la que le costó el puesto en el FMI y su carrera política ocurrió en 2011, cuando una mucama del hotel Sofitel de Nueva York, Nafissatou Diallo, lo acusó de haberla violado. Arrestado en Estados Unidos y liberado posteriormente, el caso del Sofitel se cerró en diciembre de 2012 mediante un acuerdo confidencial –varios millones de dólares– entre DSK y Nafi-ssatou Diallo.

Junto con otros 13 acusados, Strauss-Kahn está imputado por “proxenetismo agravado en reunión”, un delito que podría conducirlo a la cárcel durante 15 años y costarle una multa de 1,5 millón de euros. El sumario de este caso es denso como una pesadilla, a veces irreal o absurdo, con una galería de personajes que van desde dirigentes y empresas hasta gerentes de prostíbulos. La línea de defensa de Strauss-Kahn consiste en repetir que él ignoraba que las mujeres que se integraban a las orgías eran prostitutas profesionales. Sin embargo, los testimonios de las mujeres, las intercepciones telefónicas efectuadas por la Justicia y los SMS dejan muy mal parado al economista francés, en cuyo honor se preparaban las orgías a partir del hotel Carlton de Lille.

Sobre este escándalo mayúsculo siempre flotan sospechas de una supuesta manipulación política orquestada por el ex presidente liberal conservador Nicolas Sarkozy con el objetivo de sacar de la carrera presidencial a su rival más peligroso. Según revelaciones hechas por la televisión Canal+, las investigaciones “en nada legales” en torno del Carlton de Lille se abrieron en 2010 gracias a una información confidencial suministrada desde las altas esferas y que desembocaron luego (2011) en una investigación oficial sobredimensionada si se comparan los medios empleados –escuchas telefónicas, seguimientos– con lo que estaba en juego. Más aún, Canal+ reveló que antes de que la Justicia empezara a actuar oficial y legalmente, a partir de 2010 se llevaron a cabo intercepciones telefónicas fuera de todo marco legal autorizadas por la sede del primer ministro, François Fillon. La investigación del Canal+ da cuenta de una llave USB con el contenido de las conversaciones telefónicas que circulaba en 2010 en los pasillos del poder bajo el código “DSK y las prostitutas”. De allí a concluir que tanto el primer ministro de entonces, François Fillon, como el presidente Sarkozy montaron una conspiración para sacar del camino a DSK hay apenas un paso que un comisario no duda en dar. Se trata del comisario de división Jean-Christophe Lagarde, quien, en el reportaje, sostiene que, de forma oficiosa, DSK era investigado a pedido del gobierno. Con todo, es preciso señalar que Lagarde no sólo es un amigo de DSK sino que también aparece imputado en el caso del Carlton de Lille.

Por lo pronto, durante los muchos meses que duró esta investigación la Justicia interrogó varias veces a las mujeres implicadas en las noches libertinas: Marie-Anne, Estelle, Mouina, Florence o Marion se definen como “escort girl” y afirman que siempre fueron pagadas por sus servicios. Sólo una de las mujeres aseguró que Strauss-Kahn sabía que sus servicios eran pagos, las demás sólo sugieren que eso “era una evidencia”. Una de las mujeres, Jade, dijo a los investigadores: “Si este señor considera que no estaba al corriente de la cualidad de las chicas presentes, nos quiere hacer creer que es un naïf o nos toma por idiotas”. En todo caso, las pruebas de que se trataba de una red consagrada únicamente al placer del jefe máximo del FMI aparecen en muchos SMS interceptados por la policía. En uno de ellos, DSK pide a sus amigos de Lille la organización de encuentros “con material”. Las mujeres tenían, sin embargo, instrucciones muy precisas. En las audiencias con la policía varias contaron que, antes de encontrarse con DSK, se les había dado la orden de contar que eran secretarias, decoradoras o simplemente empleadas.

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