Mar 24.02.2015

EL MUNDO  › EL WASHINGTON POST PUSO LA MIRA EN LA ESPOSA DE JEB

Los gastos de la señora Bush

La mujer del precandidato republicano Jeb Bush gastó 42.311 dólares en un solo día en joyas, que incluyen un brazalete de diamantes de Bulgari. Justo cuando el político se comprometió a centrarse en la desigualdad de ingresos.

› Por David Usborne *

Desde Nueva York

La campaña planificada de Jeb Bush para la nominación presidencial republicana sufrió un revés con las revelaciones de que su esposa Columba gastó 42.311 dólares en un solo día en joyas, que incluyen un brazalete de diamantes de Bulgari. Se informó que Columba Bush, de 61 años, obtuvo un préstamo de 42.311 dólares de un joyero de Florida con el fin de comprar la pulsera y otros artículos.

Los detalles de las compras, informados por primera vez por el Washington Post, centraron la atención sobre la señora Bush, que durante los dos mandatos de su marido como gobernador de Florida entre 1999 y 2007 mantuvo un perfil sumamente bajo y se sabe que tuvo reservas acerca de que su marido se postulara para la presidencia.

Los registros presentados por los principales joyeros de Miami mostraron que la señora Bush, una ciudadana mexicana que conoció a su marido en 1971, cuando él era un estudiante, sacó 90 mil dólares en préstamos durante un período de 15 años. Más recientemente, Columba Garnica Gallo se compró un reloj Rolex por valor de 11.700 dólares y un par de aros por 9500 dólares. Bush tuiteó una fotografía de la boda ayer para conmemorar el 41º aniversario del casamiento de la pareja.

Su aversión a la prensa en parte nació de otro episodio, cuando ella no declaró 19 mil dólares en las compras realizadas durante un día en París en 1999. Ella se sintió mortificada por el daño político a su marido, pero también se sintió injustamente tratada por los medios.

Bush dejó en claro su deseo de buscar la presidencia antes de Navidad, según los informes, después de obtener el consentimiento de su esposa a cambio de una promesa de hacer tiempo para su familia cada semana.

Las raíces mexicanas de ella y el propio dominio del español de él podrían ser un activo para un partido que pretende sanar rupturas con la comunidad hispana. La cuestión ahora, sin embargo, es si su disgusto por la política y su colección de joyas podrían tener un efecto negativo.

Si Bush formalmente anuncia la candidatura, el escrutinio se intensificará y simplemente retirarse de la campaña no será una opción para la señora Bush. Si su marido resulta nominado y Hillary Clinton es la nominada de los demócratas, el contraste entre los cónyuges sería difícil: Columba, la esposa de bajo perfil, frente a Bill Clinton, su extrovertido contrario.

“Ella no disfruta de la fama”, admitió Matt Mackowiak, consultor republicano con el Grupo de Estrategia Potomac. “Pero si se siente más cómoda, entonces podría convertirse en una poderosa esposa política. Ella es única y tiene un año para esforzarse. La pregunta es: ¿va a llegar un momento en que pueda ser valiosa para la campaña?”

Cualquier percepción de vivir a lo grande es peligrosa para un candidato y quizás especialmente para Bush, quien se ha comprometido a centrarse en la desigualdad de ingresos. También representa un peligro para Hillary Clinton, quien fue criticada por usar el período transcurrido desde que dejó el Departamento de Estado a principios de 2013 para pronunciar discursos por exorbitantes honorarios de 200 mil dólares por cada uno.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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