Por Stephen Castle y
Patrick Cockburn *
Desde Luxemburgo y Bagdad

Ayer Gran Bretaña se encontró sola prometiendo 375 millones de euros para la reconstrucción de Irak, mientras otros países de la Unión Europea (UE) se negaban a seguir el ejemplo antes de las conversaciones claves en la ONU. Con el tiempo corriendo en su contra antes de una conferencia de donantes la semana que viene sobre la reconstrucción de Irak, Estados Unidos, Gran Bretaña y España redactaron un nuevo borrador de la resolución de la ONU sobre el futuro del país, en un esfuerzo por reunir más dinero durante la reunión de los ministros extranjeros ayer en Luxemburgo.
Los países que se oponían a la guerra contra Irak han pedido una resolución de la ONU que aclararía el rol central de la ONU en el gobierno del país y establecería un sendero político hacia la vuelta del control al pueblo iraquí. Anoche, todavía era incierto si la nueva iniciativa de Estados Unidos y Gran Bretaña provocaría nuevas significativas contribuciones de dinero, ya que Gran Bretaña tomó una postura solitaria. En la reunión de ayer en Luxemburgo, el canciller Jack Straw dijo que Gran Bretaña tendría 375 millones de euros disponibles para la reconstrucción de la quebrantada economía iraquí en 2004-5.
Los funcionarios dijeron que la promesa de los 375 millones de euros era dinero nuevo, diferenciándolo de los 550 millones de libras esterlinas, cifra que circulaba la semana pasada. Ese total incluye dinero ya puesto, el nuevo dinero prometido ayer y la contribución de Gran Bretaña a los 200 millones de euros aportados por la Comisión Europea. El ofrecimiento financiero de la Comisión fue confirmado por los ministros de la UE ayer. Pero aún países seguros de proveer dinero para la reconstrucción, como
Italia y España, no mostraron sus cartas a pesar de un pedido de Straw para que la Unión Europea emitiera el mensaje correcto al pueblo iraquí. Straw dijo en la reunión: “El pueblo iraquí estará mirando cuidadosamente lo que suceda en Madrid”. En privado, algunos diplomáticos han cuestionado si deben proseguir con la conferencia de donantes en Madrid sin una nueva resolución de la ONU, aunque los anfitriones españoles han insistido que la reunión se realizará.
Mientras Estados Unidos, Gran Bretaña y España hacían circular su nuevo proyecto de texto en la ONU en Nueva York (ver nota aparte), el canciller de Francia, Dominique de Villepin, reaccionaba con cautela, presentando la iniciativa como una señal de “progreso” y un paso en la dirección correcta. El canciller polaco, Wlodzimierz Gimoszewics, dijo de las discusiones en Nueva York: “Todos esperamos que finalmente la ONU tome estas decisiones que harán que sea más fácil para varios países”. Dijo que Polonia estaba haciendo su parte al enviar 2500 tropas para ayudar a pacificar al país.
Varias naciones parecieron descartar una contribución en cualquier circunstancia. El gobierno holandés dijo que, como estaba contribuyendo con 1100 soldados en Irak, no pondría más dinero. El canciller alemán, Joschka Fischer, señaló que Berlín ya está involucrado financieramente y que se enfrenta a agudas dificultades fiscales. “No hay ninguna decisión por parte de Alemania de brindar ayuda a Irak más allá de la contribución de la UE”, dijo Fischer.
Mientras tanto, en Irak, otros dos soldados estadounidenses murieron y tres resultaron heridos, mientras los esfuerzos de Estados Unidos por demostrar que está estabilizando al país se enfrentan a mayores problemas ante el ataque terrorista suicida en el Hotel Bagdad durante el fin de semana. Un soldado murió y otros dos resultaron heridos por una granada misil en Tikrit, la ciudad natal de Saddam Hussein, mientras patrullaban. El domingo a la noche, un soldado murió y un segundo fue herido levemente por una mina terrestre en Baiji, una ciudad al norte de Bagdad donde la gente del lugar incendió la oficina del alcalde y echó a la policía.

* De The Independent de Gran BretañaEspecial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère