EL MUNDO › LA JIHAD ISLAMICA HABLA DE NETANYAHU
› Por Kim Sengupta *
El edificio de color arena de cuatro plantas, en el que el jefe político de la Jihad Islámica en Gaza tiene su sede central, está rodeado por la evidencia de la guerra y el asedio que el territorio sufrió. Las casas y negocios fueron destrozados por los ataques aéreos israelíes, algunos colapsando en la calle, mientras que muchos de los que todavía están en pie, acribillados por la metralla, tienen sus ventanas rotas remendadas con láminas de plástico.
Sin embargo, sentado en una oficina con pocos muebles, Khaled al Batsh (foto) declaró ayer: “La elección de Benjamin Netanyahu fue el mejor resultado para el pueblo palestino. Significa que no hay confusión. Estamos viendo el verdadero rostro de Israel, una cara que no quiere la paz, y por lo menos sabemos a qué atenernos”. El resultado de la elección alternativa, una victoria de la coalición de centroizquierda de Isaac Herzog y Tzipi Livni –que les habría gustado a la administración Obama y a muchos gobiernos europeos– habría enviado señales falsas, dijo Batsh en una entrevista de The Independent. “Ellos hubieran hecho acuerdos y besado a Abu Mazen (el presidente palestino, también conocido como Mahmud Abbas), pero sin embargo no son diferentes de Netanyahu. Su Partido Laborista comenzó muchas guerras.”
Batsh es un ideólogo clave para la organización respaldada por Irán, que tiene su sede en Damasco, llega a todo el Medio Oriente y es considerada un grupo terrorista por Estados Unidos y los gobiernos europeos. La Jihad Islámica se niega a reconocer a Israel y su principal objetivo es la creación de una Palestina que se extienda por todo el territorio que se repartió para formar Israel en 1948.
Para lograr esto, proclama, se requiere una lucha incesante contra las fuerzas de la ocupación sionista. Con respecto a esto, ¿no podría una promesa de campaña de Netanyahu contra la creación de un Estado palestino –que significaría compartir la tierra entre judíos y árabes– en realidad convenirle a la Jihad Islámica?
Batsh, un hombre corpulento, con barba y jovial, suspira con cansancio mientras se desvive por ofrecer té. “Todas las cosas que se dicen en Israel durante las elecciones son sólo publicidad, tan difíciles de tomar en serio”, subrayó. “Pero son anuncios pintados con sangre palestina, y después los líderes israelíes que se adaptan a la política interna crean guerras, matan gente, hemos visto esto durante años. En cuanto a la paz, hemos oído hablar tanto sobre eso, sólo en el último cuarto de siglo. Una generación de palestinos creció en ese tiempo sin ninguna esperanza.”
Durante las elecciones israelíes el ala derecha, incluyendo el partido Likud del primer ministro, afirmó en repetidas ocasiones que Hamas y la Jihad Islámica en Gaza eran las principales causas de peligro para Israel. Los grupos fueron, se afirmó, rearmados, las existencias de misiles fueron repuestas y se reconstruyeron los túneles que habían sido utilizados para el contrabando de armas y para llevar a cabo ataques. Batsh no lo niega. “No estoy a cargo de nuestra ala militar, así que no sé nada de estas cosas. Leí los informes, al igual que usted”, dijo.
“Pero a medida que nos enfrentamos a la ocupación, frente a la constante amenaza de un poder agresivo armado con las armas más modernas, la resistencia tiene el derecho de defender un pueblo aislado. La ley internacional nos da el derecho de protegernos, aunque con armas poco sofisticadas.”
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Celita Doyhambéhère.
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