EL MUNDO › GARCIA MEZA DIJO QUE DARIA INFORMACION SOBRE UN DESAPARECIDO
García Meza revelaría más elementos sobre el dirigente socialista Quiroga Santa Cruz, asesinado en 1980. A cambio, el detenido exige al gobierno de Evo Morales ser tenido en cuenta para integrar la futura Comisión de la Verdad.
El ex dictador Luis García Meza pidió reunirse con el presidente Evo Morales para proporcionarle información sobre el paradero de los restos del líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz. A cambio, García Meza exige ser tenido en cuenta para integrar la futura Comisión de la Verdad que el país se propone crear para esclarecer los crímenes de las dictaduras que sufriera Bolivia entre 1964 y 1982. También demanda mejoras en su situación carcelaria, informó ayer su abogado, Frank Campero. El letrado confirmó el envío de una carta al mandatario boliviano para solicitar ese encuentro, en el que García Meza revelaría más elementos sobre Quiroga Santa Cruz, asesinado en las primeras horas del golpe que el militar protagonizó el 17 de julio de 1980.
Además, el ex dictador solicita que se analice la posibilidad de cumplir en el hospital de la Corporación del Seguro Social Militar (Cossmil) los diez años que le restan de la condena a 30 años que le impusieron por los crímenes cometidos en el régimen de facto que encabezó. La Fiscalía General del Estado de Bolivia decidió reactivar el caso por el asesinato de Quiroga Santa Cruz después de que García Meza señalara la semana pasada ante medios bolivianos, y luego ante la propia fiscalía, que los restos del líder socialista están en una hacienda, en el oriente del país, que sería propiedad de la familia del también ex dictador Hugo Banzer, fallecido en 2002. La revelación ya fue hecha en 2010 por su ex ministro de Interior Luis Arce Gómez. Banzer dirigió dictatorialmente Bolivia entre 1971 y 1978 y después fue elegido en las urnas para el período entre 1997 y 2001, cuando, enfermo de cáncer, renunció al poder.
El fiscal general, Ramiro Guerrero, dijo a los medios en la ciudad de Sucre que instruyó “que un fiscal pueda tomar oficialmente esas declaraciones” y se retomen las investigaciones para dar con los restos del líder socialista. Y agregó que, en función de lo que diga García Meza, si es necesario se buscará el apoyo de profesionales extranjeros para que puedan cooperar con la búsqueda de estos restos. Quiroga Santa Cruz fue torturado y asesinado en las primeras horas del golpe militar de 1980, junto con otros dirigentes que estaban reunidos en La Paz.
El abogado defensor Campero dijo haber recibido la notificación para que García Meza comparezca ante un fiscal, si bien indicó que la citación no especifica el caso por el cual debe declarar. “Es un formulario de citación en el que simplemente lo convocan en calidad de testigo para que pueda declarar sobre una denuncia por los delitos de desaparición de personas”, indicó el abogado. Además, dijo que pidió la suspensión de la audiencia para que puedan informarse primero sobre los antecedentes del caso, quiénes son los denunciantes y los denunciados.
La toma de declaraciones se efectuaría en el hospital militar de Chonchocoro, en La Paz, donde a los 84 años se encuentra internado y cumple condena a prisión, sin derecho a indulto, desde octubre pasado. La Justicia italiana decretó la semana pasada el enjuiciamiento del ex dictador boliviano, imputado en el país europeo en el caso que investiga la desaparición de ciudadanos italianos en el marco del Plan Cóndor en las décadas de 1970 y 1980. García Meza era el comandante de las fuerzas armadas de Bolivia cuando el 17 de julio de 1980 derrocó a la presidenta constitucional interina Lidia Gueiler, días antes de la fecha prevista para que asumiera el mandatario electo, Hernán Siles Suazo.
Durante su gobierno se produjo el asesinato de su antiguo compañero de colegio Marcelo Quiroga Santa Cruz, diputado nacional que había instigado un juicio de responsabilidad al ex dictador Hugo Banzer, así como el de ocho líderes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Cuestionado por amplios sectores de las fuerzas armadas y por el gobierno de Estados Unidos, García Meza renunció el 4 de agosto de 1981 y fue reemplazado por una junta militar. Junto a varios de sus colaboradores fue juzgado por la Corte Suprema de Justicia boliviana y sentenciado en abril de 1993 al ser hallado culpable de sedición y delitos de lesa humanidad.
El ex dictador boliviano padece doce enfermedades, incluidas cuatro afecciones cardíacas, diabetes y una hemorragia digestiva, informaron fuentes judiciales y periodísticas. García Meza ya estuvo internado durante un año para ser tratado contra un cáncer y en agosto pasado había retornado al penal Chonchocoro, en La Paz, donde cumple condena por delitos cometidos durante la dictadura.
La defensa de García Meza pidió a la Justicia que su representado continúe internado porque la prisión “no garantiza y no tiene la infraestructura, personal y equipos necesarios para poder dar el tratamiento que necesita”. José Ayaviri, juez de la causa, reconoció haber recibido los informes médicos del hospital y dijo haberlos enviado a la junta médica del Instituto de Investigaciones Forenses para que emita un dictamen. “Estoy a la espera de su pronunciamiento para tomar una determinación acerca de si el señor se queda en el hospital o vuelve a la cárcel”, señaló el juez.
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