La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, defendió la libertad de manifestación, de expresión y de prensa, en un discurso que coincidió con la conmemoración de los 51 años del golpe militar que instaló una dictadura en el país, entre 1964 y 1985. El gobernante Partido de los Trabajadores (PT) movilizó a sus militantes en las calles “en defensa de la democracia, los derechos de los trabajadores, la reforma política y Petrobras”, convocatoria que contó con la presencia del ex mandatario Lula da Silva y fue acompañada por sindicatos y movimientos sociales.

El oficialismo anunció además que expulsará de sus filas a militantes condenados por hechos de corrupción, como iniciativa para reaccionar frente a los ataques que alega sufrir. En ese sentido, el ministro de Justicia de Brasil, José Eduardo Cardozo, reiteró que el sistema político nacional es una de las puertas de entrada para la corrupción e insistió en la necesidad de que el país debata una profunda reforma política.

En un discurso pronunciado en la ceremonia de toma de posesión del nuevo ministro jefe de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, Edinho Silva, Rousseff afirmó que la libre manifestación de opiniones representa uno de los principales puntales de la democracia brasileña. “Es necesario tener libertad para salir a las calles a reivindicar derechos o simplemente para protestar. En Brasil tenemos que saber convivir con esto”, expresó la mandataria, quien hace dos semanas fue blanco principal de una multitudinaria protesta que se extendió por más de medio centenar de ciudades brasileñas.

Rousseff, presa y torturada durante el terrorismo de Estado, dijo que los que vivieron bajo la dictadura conocen el inmenso valor de la libertad de expresión y de la libertad de prensa. “Preferimos el ruido de las voces en la democracia al silencio oprimido de las palabras escondidas en las dictaduras”, enfatizó. Según la mandataria, al gobierno le corresponde la tarea de defender sus políticas y explicar decisiones ante la población a través de todos los medios legítimos que tenga a su disposición.

En este sentido, la jefa de Estado destacó la necesidad de describir a la opinión pública las medidas fiscales que impulsa su gobierno para superar el estancamiento económico y frenar el proceso de aumento de la inflación. “Tenemos el deber de explicarle al pueblo que atravesamos por una coyuntura que exige más rigor en los gastos públicos y ajustes para que el país vuelva a crecer lo antes posible”, indicó.

Por su parte, el PT señaló en un documento publicado en su sitio web que, en la situación política actual que atraviesa el país, “el PT requiere profundizar los cambios iniciados por Lula da Silva y Dilma Rousseff y defender el proyecto democrático, popular y socialista que guía nuestro partido durante los 35 años de historia”.

Entretanto, el ex presidente y fundador del PT, Lula, participó de una marcha en San Pablo, acompañado por dirigentes de la CUT (Central Unica de Trabajadores), la CBT (Central de los Trabajadores de Brasil), el MST (Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra), entre otros. Con el eslogan “Democracia siempre más, dictadura nunca más”, la manifestación tuvo como objetivo preparar y convocar a dos grandes actos que se realizarán el 7 de abril y 1º de mayo en varias ciudades del país. El partido volvió a condenar las expresiones de los golpes de Estado, la intolerancia y el odio manifestados en la movilización opositora del 15 de marzo. “Teniendo en cuenta esto, vamos a salir a la calle en defensa de la democracia y nuestras banderas”, sostuvo el partido.

Además, la formación gobernante dijo que expulsará a los condenados por corrupción. El anuncio fue incluido en un manifiesto con diez propuestas para enfrentar la actual crisis política, aprobado ayer en una reunión que mantuvieron los dirigentes del partido en los 27 estados de Brasil, miembros de la dirección nacional y Lula. “Como ya reiteramos en otras ocasiones, estamos a favor de que todos esos hechos sean investigados con más rigor y que se castigue a corruptos y corruptores”, aseguró el manifiesto sin referirse directamente a Petrobras. “En caso de que cualquier afiliado del PT sea condenado en virtud de eventuales corruptelas, será excluido de nuestras filas”, agregó el documento.

En una rueda de prensa con corresponsales extranjeros, en la que analizó las medidas adoptadas por el gobierno ante el escándalo detectado en la estatal Petrobras, Cardozo señaló que el sistema político brasileño es anacrónico. El ministro de Justicia de Brasil indicó que la reforma política, que Rousseff propuso en junio de 2013, en medio de masivas protestas en demanda de mejores servicios públicos y por la decencia en la gestión pública, depende del Congreso, que debate el asunto desde hace más de una década sin llegar a consensos.