La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, intenta recuperar credibilidad y confianza en momentos en que el respaldo a su gestión bajó nueve puntos y descendió al 29 por ciento, mientras que el rechazo aumentó al 56 por ciento, según una encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) presentada ayer. Ante este retroceso de la imagen de la mandataria, y luego de su sorpresivo anuncio de cambio de gabinete en la noche del miércoles, la prensa chilena comenzó a mencionar a funcionarios que podrían acompañar a Bachelet. Según el diario La Tercera, algunos de los nombres que suenan para formar el nuevo gabinete son José Miguel Insulza, Mahmud Aleuy, Claudio Orrego. “Figuras nuevas y nombres de la antigua Concertación han trascendido desde que comenzaron los rumores sobre un eventual ajuste en el equipo ministerial de Michelle Bachelet”, señaló el diario.

Según La Tercera, donde más especulaciones se han dado respecto de quién será el encargado de ocupar el cargo vacante es en la cartera de Interior. Al parecer, el saliente ministro Rodrigo Peñailillo aparece en el eje de las críticas por su vinculación con la empresa del recaudador de campañas, Giorgio Martelli, acusado de solicitar facturas falsas con el objetivo de recaudar fondos para la campaña presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

Los candidatos que sonaron como posibles reemplazantes de Peñailillo serían Francisco Vidal, Mahmud Aleuy y José Miguel Insulza, que dejará su cargo como secretario general de la Organización de Estados Americanos el 22 de mayo para volver a Chile a dedicarse a la política local. “Yo quiero volver a la política activa, pero eso no quiere decir que quiera volver a un cargo de gobierno, que esté claro eso”, afirmó Insulza hace un mes.

El ex ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), José Antonio Viera-Gallo, aseguró estar disponible –según destacó el diario El Mercurio– para asumir un puesto en el equipo ministerial, pero enfatizó que “la política uno la entiende como un servicio, no como un escalamiento”. “Aquí nadie está luchando por cargos, lo que importa es que saquemos adelante todos una agenda que es muy exigente”, dijo.

Otros nombres de fuste que podrían asumir en el Ministerio de Interior u otras carteras serían el ex senador Camilo Escalona, derrotado recientemente en las elecciones internas del Partido Socialista a manos de Isabel Allende; el intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, y el ex ministro Francisco Vidal. Soledad Alvear también figura como posible candidata a ocupar una secretaría. Sin embargo, a través de su cuenta de Twitter, lo descartó. “@mirasanjuan @difamadores No voy al gabinete. Estoy contenta con lo que estoy haciendo”, escribió la ex ministra.

El cambio de Bachelet a poco más de un año de iniciar su segundo período presidencial sorprendió incluso a dirigentes de Nueva Mayoría, la coalición oficialista de centroizquierda integrada por demócratas cristianos y comunistas. “Vamos a respaldar totalmente las propuestas (de la presidenta) que impliquen ayudar a recuperar confianza y credibilidad de los chilenos en nuestras instituciones”, dijo el senador demócrata cristiano Jorge Pizarro.

La decisión de la gobernante fue también apoyada por la oposición derechista, que hacía tiempo exigía a la mandataria un cambio de rumbo.

“Los resultados de su primer año han dejado mucho que desear, los logros han sido desconocidos por la ciudadanía y la crisis política terminó golpeando las puertas de La Moneda”, aseguró el senador Hernán Larraín, presidente de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI).

La presidenta chilena, que el año pasado gozaba de altos niveles de popularidad por la aprobación en el Congreso de reformas emblemáticas como la tributaria o de educación, perdió apoyo sobre todo con la acusación de tráfico de influencias contra su hijo Sebastián Dávalos. “Sin lugar a dudas, éstos son los peores registros en términos de aprobación obtenidos por Bachelet a lo largo de su primer y segundo mandato”, sostuvo Ricardo González, coordinador del Area de Opinión Pública del CEP y encargado de dar a conocer los resultados. El sondeo se presentó pocas horas después del anuncio de cambio de gabinete hecho por la mandataria. La encuesta reflejó un descenso de 9 puntos en la aprobación de Bachelet desde el 38 por ciento que presentaba en el sondeo de noviembre pasado, cuando el rechazo a la mandataria era del 43 por ciento.

En cuanto a los atributos de la gobernante, un 33 por ciento de los chilenos asegura que les da confianza, mientras que un 62 por ciento niega esa posibilidad. La corrupción es, junto con la delincuencia (46 por ciento), la salud (45 por ciento) y la educación (40 por ciento), uno de los temas que más preocupan a los ciudadanos y que en este sondeó alcanzó un porcentaje del 28 por ciento, 19 puntos más que los resultados obtenidos en la última encuesta.