Miles de griegos recorrieron ayer el centro de Atenas en apoyo al gobierno de Alexis Tsipras para exigir el fin de las políticas de austeridad exigidas por la troika de acreedores (foto). La manifestación, convocada por el partido Syriza reunió cerca de 7000 personas, según datos difundidos por la policía, en la céntrica plaza de Syntagma, sede del Parlamento, y lugar utilizado por los griegos para organizar las protestas que comenzaron contra el gobierno de Giorgios Papandreu. Desde allí, algunos manifestantes marcharon pacíficamente hasta el patio delantero del Parlamento, ubicado a pocos metros, sin que la policía hiciera ningún esfuerzo por impedirles el paso. “Fin de la austeridad”, “Sí a la salida de Europa”, “No queremos un nuevo rescate”, “Este país no está en venta ni puede ser chantajeado” o “Venceremos” fueron algunos de los eslóganes que vistieron las pancartas que se pudieron leer en la movilización.

Entre los manifestantes, que portaban banderas de Grecia y Syriza y entre los que se mostraron algunos miembros del gobierno –como el ministro de Reconstrucción Productiva, Panayotis Lafazanis–, reinó un ambiente festivo, tal como sucedió en la concentración que tuvo lugar hace cuatro días, y que había sido convocada para exigir también el fin del ajuste.

El premier Tsipras multiplicó este fin de semana los contactos con dirigentes europeos antes de la esperada cumbre, en la que se tratará de evitar un default griego que tendría consecuencias imprevisibles. Tsipras comunicó ayer por teléfono a la canciller alemana, Angela Merkel, al mandatario francés, François Hollande, y al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, las propuestas de Grecia de cara a la cumbre de jefes de Estado de hoy. “El primer ministro ha presentado a los tres líderes la propuesta de Grecia para un acuerdo mutuamente beneficioso que brinde una solución definitiva y no posponga abordar el problema”, dijo la oficina de Tsipras en un comunicado.

“Vamos a intentar añadir más elementos a nuestra propuesta para acercarnos a una solución”, explicó el ministro de Coordinación del Gobierno, Alekos Flabouraris, considerado mentor de Tsipras, en declaraciones a Mega TV. “No vamos (a la cumbre) con la propuesta anterior. Se está trabajando para ver dónde podemos converger para conseguir una solución que sea mutuamente beneficiosa”, señaló.

Antes de partir a Bruselas, Tsipras presidió en Atenas un consejo de ministros para preparar la estrategia frente a los acreedores, que rechazaron previamente las propuestas griegas en una serie de negociaciones infructuosas. Grecia se mantiene firme respecto a algunas condiciones, destacó el ministro de Estado, Nikos Pappas, en una entrevista concedida ayer al diario Ethnos. “Restablecimiento del derecho laboral, ninguna bajada de salarios o pensiones, plan estratégico exhaustivo sobre el problema de la deuda”, señaló el funcionario. En una columna en el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, apeló a la canciller alemana a actuar con responsabilidad y a no “echar por la borda al único gobierno griego que es fiel a sus principios y que puede guiar al pueblo griego en el camino de la reforma”.