El líder del partido antiliberal español Podemos, Pablo Iglesias, propuso terminar con la dispersión en diferentes cárceles en España y Francia de los presos de la organización separatista vasca ETA. El pedido, que se trata de una de las principales reivindicaciones de la agrupación, no fue bien recibido por sectores ligados a los familiares de las víctimas de los atentados perpetrados por el grupo armado. Sin embargo, Iglesias condenó la actividad del grupo y la utilización política de los fallecidos.

Interrogado sobre la situación de los presos de este grupo –cuyos atentados provocaron 829 muertes en 40 años, según las autoridades–, Iglesias opinó que “la dispersión es una excepción que de alguna manera perjudica a las familias. Estamos en un momento en que las medidas de excepción se podrían revisar”, expresó el líder izquierdista en una entrevista televisiva.

El acercamiento de los alrededor de 450 etarras encarcelados en Francia y España es uno de los principales pedidos del entorno de la organización armada, que renunció a la violencia en octubre de 2011. Según la asociación de familiares presos Exxerat, 352 encarcelados se encuentran a más de 500 kilómetros de sus lugares de origen. Las autoridades argumentan que se ven obligadas a aplicar esta política de dispersión por razones de seguridad.

Pero a pesar del fin de la violencia, todos los asuntos relativos a ETA siguen siendo muy delicados en España. La propuesta de Iglesias fue criticada por la asociación de víctimas de ETA, que también se mostró ofendida por unas declaraciones suyas sobre el País Vasco en la revista británica The New Left Review. “El conflicto en el País Vasco es todavía un trágico problema político”, dijo a esta revista. El uso de la palabra “conflicto” en vez de “terrorismo” es problemático y debatido en el país.

La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Angeles Pedraza, señaló que “la única tragedia que ocurrió en España ha sido ETA. Los presos tienen que estar en la cárcel porque no son prisioneros, sino asesinos”, expresó. Por su parte, el ministro del Interior del gobierno del PP, Jorge Fernández Díaz, expresó que a Iglesias “le preocupan mucho más los verdugos que las víctimas”, mientras que el Partido Socialista Español (PSOE) le exigió “prudencia y responsabilidad”.

Pese a las críticas, Iglesias aclaró que no fue su intención ofender a nadie, y denunció a aquellos que “utilizan el dolor de las víctimas de ETA con fines electorales”. Preguntado sobre si denuncia la actividad del grupo, la respuesta del candidato al Ejecutivo español fue contundente: “Absolutamente, la pregunta ofende”, dijo.