La izquierda española expresó ayer su apoyo al gobierno griego de Alexis Tsipras y al pueblo heleno, acorralados por los acreedores internacionales de la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea), que le exigen a Atenas la puesta en marcha de más medidas de ajuste. En el marco de la semana de Solidaridad con Grecia, se realizó una serie de movilizaciones, que habían sido convocadas hace más de una semana, con el objetivo de mostrar el respaldo de las organizaciones de izquierda para con el gobierno heleno que mantuvo hasta el fin de semana conversaciones con la Comisión Europea, negociación que quedó trunca luego de que Tsipras decidiera poner en manos de los griegos la decisión de aceptar o no el plan propuesto por los acreedores.

“Todos somos Grecia” fue la consigna más coreada en la movilización que tuvo lugar en Madrid, la cual partió a las 20 hora local (15 de la Argentina) desde cuesta de Moyano, y de la que participaron cerca de 300 personas, entre ellas el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el de Izquierda Unida, Alberto Garzón.

Durante el acto, del que también participaron Diego Borja, ministro de Finanzas de Ecuador, Carlos Sánchez Mato, concejal del nuevo Ayuntamiento de Madrid, y Panayota Maniou, europarlamentaria de Syriza y líder del grupo de la izquierda europea, Pablo Iglesias señaló que existe un intento de humillar al pueblo griego. “Cree que van a tratar de estrangular a Grecia para darnos una lección a los españoles, y que de esa manera no voten a gobiernos de izquierdas”, advirtió el líder de Podemos. Y para quienes quieren asustar al país ibérico usando a los griegos como ejemplo de lo que no debe hacerse, Iglesias señaló que España no es Grecia porque tiene una posición fuerte dentro de Europa. “Frente al totalitarismo de mercado, más Europa y más democracia”, sostuvo el dirigente. Garzón criticó lo que consideró prácticas mafiosas del Eurogrupo. En su opinión, el rol de este bloque responde a una jugada que buscar generar miedo. En la misma línea, Borja habló de “instituciones mafiosas” (por la troika) y dijo que se unieron para estafar al pueblo griego y agregó que la deuda “pasó de los bancos a los bolsillos de la gente”. A su vez, los partidos de derecha de España celebraron la ruptura de las negociaciones y el corralito bancario que anunció el gobierno de Tsipras, pues consideran que si a Syriza le va mal disminuyen las chances de Podemos de cara a las próximas elecciones presidenciales.