Sáb 29.08.2015

EL MUNDO  › MAS DE 200 MIGRANTES QUE HUIAN DE LA GUERRA MURIERON AHOGADOS EN UN NAUFRAGIO

Mar de cadáveres frente a la costa libia

Dos barcos de traficantes de personas naufragaron frente a la ciudad de Zuwara, en el oeste de Libia, uno que llevaba a 50 personas y otro en el que viajaban 400, en su gran mayoría originarias del Africa subsahariana.

Unos 200 migrantes que huían de guerras en Africa y Asia murieron ahogados el jueves a la noche en naufragios frente a Libia, mientras que Austria elevó ayer a 71 la cifra de refugiados hallados muertos dentro de un camión, las más recientes tragedias vinculadas a la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.

Gobiernos del mundo intentan responder a un desplazamiento global de personas sin precedentes en 70 años, desatado por las guerras o la violencia en ex colonias europeas de Asia como Siria, Irak, Afganistán y Pakistán o de la pobreza y la opresión en países de Africa, también antiguas colonias, como Eritrea. En Europa, miles de personas están arribando a diario a Italia o Grecia por el Mediterráneo tras ponerse a merced de bandas de traficantes de personas, mientras que familias enteras caminan durante jornadas a través de la campiña en los Balcanes occidentales en busca de un futuro mejor en la Unión Europea (UE).

El organismo de la ONU para los refugiados (Acnur) informó que más de 300.000 migrantes o refugiados –concretamente 310.000– arribaron a las costas de Europa este año tras cruzar el Mediterráneo, casi un 40 por ciento más que el año pasado, que había batido todos los records. La gran mayoría huyen de guerras, conflictos o persecución política, por lo que califican para ser refugiados, el status que les da la ONU una vez que piden y obtienen asilo. El resto son migrantes económicos, es decir gente que escapa a la pobreza o el desempleo o busca mejores condiciones laborales o de vida. La intergubernamental Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó ayer que este año ya registró 2.432 muertes de migrantes ahogados cuando cruzaban el mar Mediterráneo, aunque incontables personas más desaparecieron bajo las olas sin haber dejado rastro.

Anteanoche, dos barcos de traficantes de personas naufragaron frente a la ciudad de Zuwara, en el oeste de Libia, uno que llevaba a 50 personas y otro en el que viajaban 400, en su gran mayoría originarias del Africa subsahariana, Marruecos, Siria, Pakistán y Bangladesh, informaron autoridades locales y el Acnur. Servicios de guardacostas libios trabajaron a destajo desde el jueves a la noche pese a la carencia de medios en busca de supervivientes y cadáveres, algunos de los cuales ya fueron trasladados a hospitales de Zuwara y de la cercana y también costera ciudad de Sabratha, al oeste de Trípoli. Las autoridades dieron distintas cifras de sobrevivientes rescatados, discrepancias que suelen ser frecuentes en las primeras horas posteriores a este tipo de desastres.

El Acnur, a través de su portavoz, Melissa Fleming, dijo que estimaba que 200 personas murieron en los naufragios. El vocero de la Cruz Roja de Libia, Mohammed al Misrati, dijo por su parte que 76 cuerpos ya se habían recuperado y 198 personas rescatadas. El jefe de la misión libia de la OIM, Othman Belbeisi, dijo que entre los rescatados había nueve mujeres y dos niñas.

Voluntarios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja sacaban ayer cuerpos del mar en Zuwara, y varias víctimas flotaban boca abajo en un bote lleno de agua que llegó a la costa remolcado por otro barco. Los muertos eran puestos dentro de bolas negras o naranjas y llevados a ambulancias u otros vehículos.

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 fuerzas rebeldes apoyadas militarmente por la OTAN lograron derrocar al líder Muammar Khadafi. Desde entonces, el país está dividido, con un gobierno rebelde en Trípoli y otro internacionalmente reconocido en Tobruk, que luchan por el control de los recursos naturales. El enfrentamiento está siendo aprovechado por las mafias dedicadas a la inmigración irregular a Europa a través del mediterráneo.

Las tragedias de anteanoche se suman a otra en el Mediterráneo ocurrida en las últimas 48 horas, ya que el miércoles un barco sueco halló una embarcación a la deriva con 52 personas muertas que también había partido de Libia. Las víctimas llegaron anoche al sur italiano. Fiscales de Sicilia informaron ayer que 10 personas fueron detenidas acusadas de tráfico de personas y homicidio en relación con la muerte de esos 52 migrantes, presumiblemente de sofocación. El jefe de policía de Palermo, Carmine Mosca, agregó que sobrevivientes contaron que los traficantes amenazaban con cuchillos a los que querían salir de la bodega para respirar en la cubierta. En Ginebra, en relación a este caso, Fleming dijo que otros sobrevivientes relataron que los traficantes les exigían dinero para poder subir a la cubierta a tomar aire.

Más corta que la ruta norte de Africa-sur de Europa es la que va de Turquía a las islas griegas del Egeo, que es la elegida a diario por miles de refugiados, sobre todo sirios y afganos. Ayer, la Guardia Costera griega dijo que ayer rescató a 665 personas en 20 botes. Una vez que llegan a Grecia, la mayoría siguen a pie, en tren o colectivo en dirección al norte hacia Macedonia, luego cruzan a Serbia y desde allí a Hungría, primer país de la Unión Europea (UE). Desde Hungría buscan llegar a países más prósperos del bloque, como Alemania, Austria o Suecia. Ayer, las policías de Austria y Hungría dijeron que cuatro personas fueron detenidas en relación con la muerte por asfixia de 71 refugiados sirios cuyos cuerpos fueron hallados ayer apilados y descompuestos en el acoplado de un camión abandonado cerca de la frontera austro-húngara.

Una beba, tres chicos pequeños y ocho mujeres fueron hallados entre las víctimas de esta nueva y horrenda tragedia de migrantes, dijo el jefe policial austríaco Hans Peter Doskozil, que elevó el número de muertos a 71 luego de haber estimado ayer de manera preliminar que los fallecidos eran entre 20 y 50. En conferencia de prensa, Doskozil dijo que se hallaron pasaportes sirios en el camión frigorífico abandonado en una autopista 40 kilómetros al sureste de Viena, cerca de la frontera con Hungría por lo que se presume que las víctimas eran “probablemente” sirios que habían escapado de la guerra civil en su país.

En Budapest, la vocera de la policía de Hungría informó que cuatro personas fueron detenidas en conexión con la muerte de los migrantes en Austria, de los cuales tres son búlgaros y el restante de Afganistán.

La portavoz, Viktoria Csiszer-Kovacs, afirmó que uno de los búlgaros es el dueño del camión y agregó que otra veintena de personas fueron interrogados como testigos y que varias casas fueron registradas en el marco de la investigación conjunta lanzada ayer por Budapest y Viena. Por su parte la canciller alemana Angela Merkel anunció en Berlín que su gobierno presentará un nuevo sistema para hacer frente a la creciente llegada de indocumentados. “Tengo la esperanza de que haya una reforma a la mayor brevedad posible”, declaró. Horas antes, su gobierno había anunciado que ya no devolverá a su país de entrada a los peticionarios de refugio que lleguen a su terreno.

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