Pese a los bombardeos de Rusia y la coalición internacional, los terroristas Estado Islámico (EI) capturaron la periferia de la ciudad siria de Alepo y quedaron a pocos kilómetros del centro.

El activista sirio de derechos humanos, Mohamed Hadi, explicó que los jihadistas se aproximaron a unos 20 kilómetros de Alepo, tras conquistar por la mañana las poblaciones de Tel Farah, Fafin, Kafr Suis, Maarata y Kafr Qars, así como una escuela de infantería y una cárcel. El propio EI confirmó luego, a través de un comunicado por Internet, que tomó el control de esas áreas después de combates contra los rebeldes sirios, que comenzaron la noche del jueves y en los que murieron diez de sus oponentes. Se trata del mayor progreso en meses de los radicales en la provincia de Alepo, fronteriza con Turquía.

Un dirigente del moderado Ejército Libre Sirio (ELS) en Alepo, Basam Hayi Mustafa, indicó que el EI lanzó su ataque desde Nubul y Al Zahra, y desde las inmediaciones de Afrin, en el norte de la provincia. Agregó que en la mitad septentrional de Alepo están presentes casi todas las organizaciones armadas opositoras, entre las que se destaca el Frente del Levante, una alianza de facciones de tendencia islámica.

Desde Moscú, el Estado Mayor del ejército ruso anunció que durante las últimas 24 horas mató a cerca de 300 jihadistas, entre ellos dos de sus dirigentes. En una rueda de prensa, el subjefe del Estado Mayor del ejército ruso, Igor Makushev, detalló que de esos fallecidos al menos cien perecieron en un bombardeo en la zona de Alepo contra una base guerrillera y un arsenal instalado en el edificio de una antigua cárcel.

Rusia, aliada del régimen de Damasco, inició el 30 de septiembre una campaña de ataques aéreos en Siria contra el EI y otras organizaciones terroristas, en la que es su primera intervención directa en el país árabe desde el inicio del conflicto en marzo de 2011. Sin embargo, la oposición siria acusa a la aviación rusa de haber bombardeado también objetivos rebeldes. La ciudad de Alepo, la mayor del norte de Siria, fue objetivo de una ofensiva de los rebeldes en julio de 2012 y de otras posteriores que les permitieron arrebatar a las fuerzas gubernamentales parte de la urbe.