Las elecciones presidenciales de Guatemala se definirán en el ballottage convocado para mañana, donde 7,5 millones de guatemaltecos elegirán a su próximo jefe de Estado. Las opciones son el comediante Jimmy Morales, representante del Frente de Convergencia Nacional (FCN), aparece como favorito, mientras que la ex primera dama Sandra Torres, candidata por la Unión Nacional de la Esperanza (UNE), llegaron a esta instancia tras una primera vuelta que se realizó en medio del escándalo de corrupción que forzó la renuncia del mandatario saliente, Otto Pérez Molina.

Morales, quien aparece en las encuestas con más del 60 por ciento de intención de voto, mantuvo el jueves por la noche un debate con Torres, moderado por la Alianza Evangélica de Guatemala, en el que ambos candidatos exhibieron un claro tono conservador, en un país cuya población se movilizó desde abril contra la corrupción del sistema político, aún no reformado. En el debate, tanto la representante de UNE como el candidato de FCN coincidieron en el rechazo a los monopolios de la comunicación; el aborto y los derechos de los homosexuales. Ambos políticos admitieron que la Iglesia Evangélica necesita tener las mismas condiciones que actualmente goza la Iglesia Católica a través de la Constitución. Morales dijo estar dispuesto a trabajar en conjunto con la Iglesia Evangélica en temas como educación y salud a través de alianzas. “Lo que necesitamos es la propuesta y la capacidad y realización”, dijo. Por su parte, Torres afirmó que debe existir igualdad de tratamiento en todas las iglesias. “Sabemos que hay desventajas y debemos buscar la igualdad”, señaló. Tanto Torres como Morales plantearon, a través de distintos métodos, una lucha directa contra la corrupción y la evasión fiscal. Torres, en ese tema, se comprometió a hacer pública su declaración patrimonial a más tardar mañana. La candidata del UNE también expuso que durante su gobierno pedirá apoyo a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y esta pueda acompañar la implementación de un grupo de contra inteligencia que permita fiscalizar y detectar actos de corrupción gubernamental. Por su parte, el representante del FCN prometió, de alcanzar la presidencia, presentar cada año junto a sus funcionarios un estado de cuentas que demuestre la honradez y probidad de su gestión.

Desde 1960, Guatemala vivió más de tres décadas de violenta guerra civil, con más de 200.000 muertos y desaparecidos. Todavía sigue su curso el juicio al ex dictador Efraín Ríos Montt, acusado de ser responsable del genocidio de 1771 indígenas ixiles. Sin embargo, la vuelta a la democracia trajo consigo varios casos de corrupción estatal, cuestión sobre la cual los candidatos a la presidencia focalizaron sus campañas.