EL MUNDO › PARíS REDOBLA SUS CONTACTOS EN BUSCA DE AMPLIAR LA COALICIóN
Cuatro aviones de caza bombardearon blancos del Estado Islámico situados en Mosul y Ramadi, Irak. Y la extensión de los ataques a las bases del EI en Siria es una “cuestión de horas, de días”, afirmaron desde Francia.
› Por Eduardo Febbro
Misiles y diplomacia, Francia concentró en un mismo día dos metodologías en su estrategia para combatir al Estado Islámico (EI). El portaaviones Charles De Gaulle entró en acción desde el Mediterráneo, de donde partieron cuatro aviones de caza que bombardearon blancos del EI situados en Mosul y Ramadi, Irak. En cuanto a Siria, Pierre de Villiers, el jefe de Estado Mayor, precisó que la extensión de los ataques a las bases del Estado Islámico en Siria era una “cuestión de horas, de días”. Con el portaviones en la zona, París contará con 26 aviones de caza que se suman a los 12 aviones estacionados en los Emiratos Arabes Unidos. A esta nueva fase de la ofensiva militar le siguió un denso trabajo diplomático que empezó en París con el encuentro entre el presidente francés, François Hollande, y el primer ministro británico David Cameron.
Durante la semana, Hollande se entrevistará con el presidente norteamericano, Barack Obama, con el ruso, Vladimir Putin, con el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, con el presidente chino Xi Jinping y con la canciller alemana Angela Merkel. El objetivo de este despliegue diplomático consiste en pactar con los aliados una estrategia común ante el Estado Islámico. Sin embargo, la ronda diplomática es tanto más intrincada cuanto que los socios no comparten los mismos métodos, ni los mismos objetivos. El jefe del Estado francés, en todo caso, reiteró el suyo con respeto al EI: “vamos a intensificar los ataques, vamos a elegir blancos que le hagan el mayor daño posible a este ejército de terroristas”.
El primer ministro Cameron ofreció un explícito apoyo a Francia en su campaña contra el Estado Islámico. En el Palacio presidencial del Elíseo, junto a Hollande, Cameron dijo que apoyaba “la acción emprendida por el Presidente Hollande para golpear el Estado Islámico en Siria”. Este respaldo público es esencial para darle cuerpo a la empresa diplomática del mandatario francés, tanto por la influencia de Gran Bretaña entre el aliado más esencial, Estados Unidos, como por el hecho de que Inglaterra y Francia son los dos únicos países de la Unión Europea con capacidades militares nucleares y con fuerzas de combate capaces de desplegarse en el terreno rápidamente. Pero más allá de este convergencia bilateral, de la que depende, el plano militar, que el jefe del Ejecutivo británico convenza a las Cámaras de aprobar una intervención en Siria, persiste une divergencia de peso entre la veintena de países que forman parte de la coalición contra el Estado Islámico. La principal fractura se sitúa entre el eje compuesto por Francia, Estados Unidos y los países del Golfo, hostiles a que, en nombre del combate contra el EI, el presidente sirio Bashar Al Assad se mantenga en el poder, y Moscú, partidario, junto a Irán, de esa opción.
De allí el compromiso de la presidencia francesa de “activar y reforzar todas las palancas, diplomáticas, militares y políticas, en la lucha contra el Estado Islámico”. Francia es hoy el único país europeo que golpea al EI tanto en Irak como en Siria, por eso necesita ampliar la alianza y, al mismo tiempo, fijar una estrategia común entre actores por demás divergentes. Las dos potencias mundiales que son Estados Unidos y Rusia intervienen en Siria con objetivos distintos. Washington para sacar a Bashar Al Assad del juego, Moscú para mantenerlo dentro de la salida política del futuro. Rusia bombardea ahora con mucha más intensidad la posiciones del Estado Islámico en Siria, sin por ello dejar de debilitar militarmente a la oposición armada que se levantó contra el régimen de Al Assad. Dicha oposición está financiada, entrenada y armada por las monarquías del Golfo y los Occidentales. ¿ Quién cederá ?. La semana pasada, ante el Congreso, François Hollande evocó la idea de una “coalición única” contra el EI. Ello equivale a aceptar que, contrariamente a la posición francesa previa a la matanza del pasado 13 de noviembre en París, Hollande podría borrar la “línea roja” que constituía hasta hoy la condición del alejamiento del presidente sirio de cualquier salida política a la guerra en Siria. Incluso este giro en la política francesa no garantiza la estabilidad de esa “coalición única”. Turquía y los países del Golfo exigen como condición que Bashar Al Assad salga del tablero. Washington comparte esa visión. Para Obama, estabilizar la situación en Siria pasa por la desaparición de Al Assad, sin renunciar por ello a erradicar al Estado Islámico.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux