En un nuevo golpe al proceso de paz en Irlanda del Norte, el reverendo Ian Paisley, líder del radical Partido Democrático Unionista (DUP), subrayó que no negociará con el Sinn Fein, ala política del IRA (Ejército Republicano Irlandés). Con palabras contundentes, el líder del partido ganador de las elecciones legislativas del pasado miércoles señaló que no se sentaría con “mafiosos armados y asesinos para negociar nuestro futuro”. De hecho, la mayoría del electorado unionista votó a candidatos contrarios al proceso de paz.
Las declaraciones previas a su encuentro con el secretario de Estado británico para la provincia dejaron en claro que el radical líder protestante del DUP no ha cambiado su oposición frontal a los acuerdos de paz de Viernes Santo que allanaron el camino en 1998 a cinco años de relativa calma en la convulsionada provincia. “No acepto la idea de que debamos sentarnos con terroristas armados que tienen suficientes arsenales para hacer estallar toda Irlanda del Norte”, afirmó Paisley a la cadena televisiva BBC. Después de su reunión con el secretario de Estado Paul Murphy, el reverendo moderó un tanto sus declaraciones. Aunque el gobierno británico declaró que el acuerdo de paz era “innegociable”, según Paisley su reunión con Murphy fue “positiva”.
El reverendo es un personaje clave para la supervivencia del proceso de paz. En las elecciones del miércoles, el partido que lidera desde hace décadas se impuso al representante del ala moderada de los protestantes, el Partido Unionista del Ulster (UUP), favorable a los acuerdos de Viernes Santo. Según las reglas de este acuerdo, la Asamblea Legislativa debe nombrar a un primer ministro de la mayoría protestante que cuente con el apoyo de más de la mitad de la minoría católica. En un intento de proteger los derechos de la minoría, el acuerdo estipula también que el viceprimer ministro pertenecerá al principal partido católico, pero, al igual que el primer ministro, deberá contar con el apoyo de más de la mitad de los protestantes.
Esta fórmula de “poder compartido” tuvo dificultades cuando los principales protagonistas de la negociación eran el moderado protestante (UUP) y el moderado católico (el Socialdemócrata laborista). La Asamblea Legislativa fue suspendida cuatro veces desde su instauración en 1998, la última vez el año pasado cuando el primer ministro Tony Blair decretó que se suspendían las instituciones de la provincia debido a la crisis de confianza entre ambas comunidades.
El diálogo que se mantenía abierto con un hilo entre el moderado UUP y los católicos, fuera los socialdemócratas o el Sinn Fein, parece virtualmemte imposible ahora. No sólo el DUP es el partido con más escaños en la asamblea de los protestantes, sino que su contraparte entre los católicos es el Sinn Fein que superó claramente al Socialdemócrata laborista. La propuesta política de Ian Paisley se resume en dos principios: renegociar los acuerdos de Viernes Santo y no dialogar con Sinn Fein a quien tilda de mera organización de superficie del IRA. Ayer el Sinn Fein indicó que está dispuesto a dialogar con el DUP, pero que no aceptará ninguna renegociación del acuerdo de Viernes Santo.
El único mediador entre estas posiciones inconciliables es el gobierno británico. Ayer en un claro mensaje a Blair un furioso y desafiante Paisley dijo que nadie cambiaría esos principios. “El gobierno británico no puede comprarnos o vencernos o quebrarnos. Es un principio democrático que no negociamos con terroristas”, dijo Paisley. Ni siquiera la zanahoria del gobierno provincial conmovió al dirigente protestante. Sobre si aceptaría el nombramiento como primer ministro de Irlanda del Norte, Paisley señaló que no lo haría si “el IRA-Sinn Fein va a formar parte del gobierno”.