EL MUNDO › EN UNA NUEVA JORNADA DE VIOLENCIA, 43 PERSONAS MURIERON EN DAMASCO Y EN CIUDADES ALEDAñAS
Al menos 35 personas fallecieron por bombardeos del Ejército y de su aliado, Rusia, contra uno de los pocos feudos que mantiene la oposición armada en los suburbios de la capital siria. Nuevo choque entre Moscú y Ankara.
En una nueva jornada de violencia, 43 personas murieron en Damasco y en ciudades aledañas. Los ataques fueron dirigidos contra las localidades de Duma y Saqba. Al menos 35 personas fallecieron por bombardeos del Ejército y de su aliado, Rusia, contra uno de los pocos feudos que mantiene la oposición armada en los suburbios de la capital siria. Los rebeldes, por su parte, mataron a ocho personas en la capital, según fuentes opositoras. Entre los fallecidos, calculó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humano (OSDH), hay diez niños y cuatro mujeres. El departamento de Defensa Civil Siria, un grupo de base opositor, informó que la escuela Hosn al Basri fue alcanzada por los ataques, donde el director, y cuatro estudiantes, murieron.
Al referirse a los enfrentamientos de ayer, el OSDH confirmó que once proyectiles del tipo tierratierra fueron lanzados por el Ejército contra la zona residencial de Duma, en la región de Guta Oriental. “Aún no estamos seguros de la identidad de los aviones de guerra”, dijo Rami Abdel Rahman, vocero del Observatorio. “Se estima que los aviones son o sirios o rusos”, agregó. No muy lejos de Duma, los acomodados y céntricos barrios de Shaalan y Abu Rumane, el hotel Dama Rose y el sitio histórico de la Takiya Suleimaniya fueron blancos de ataques con proyectiles de grupos rebeldes, según la misma fuente.
Además, el Observatorio denunció que insurgentes lanzaron obuses contra el barrio de Dahiya al Asad y el campo de refugiados de Al Wafidin, dos zonas con población civil en las afueras de la capital. “Ninguno de los muertos eran combatientes, todos eran civiles. La gente está pagando el precio de este conflicto armado todos los días”, afirmó Ahmad, un habitante de Saqba que no quiso revelar su nombre completo. Los sitios atacados ayer están entre las zonas más castigadas por la guerra civil atraviesa el país desde marzo de 2011.
Siria está envuelta en un conflicto sin salida que comenzó con la represión cotidiana al movimiento masivo de protesta antigubernamental, que se transformó en una guerra civil y finalmente terminó involucrando militarmente a cuatro de las cinco potencias nucleares vencedoras de la Segunda Guerra Mundial y a las principales potencias de Medio Oriente.
Desde marzo de 2011, al menos 250.000 personas perdieron la vida en el país. La semana pasada, la oposición siria dijo estar dispuesta a participar en negociaciones con representantes del gobierno y bajo la mediación de Naciones Unidas. Los más optimistas esperan que estos diálogos puedan comenzar el mes próximo.
Al clima conflictivo que sobrevuela la región se sumó un incidente marítimo que reavivó la tensión militar entre Moscú y Ankara. Una fragata rusa lanzó ayer varios disparos de advertencia a un barco pesquero turco, para evitar un choque en el mar Egeo, y desató una lluvia de denuncias del Kremlin, que calificó al hecho como “una nueva provocación” a sólo semanas de que Turquía derribara un avión ruso que bombardeaba Siria. El viceministro de Defensa, Anatoli Antonov, informó en un comunicado que la tripulación del buque de la Armada rusa, que participa de la campaña de bombardeos en Siria contra el Estado Islámico (EI), detectó en la mañana de ayer al pesquero turco a unos mil metros e intentó ponerse en contacto con los pescadores por radio y de manera visual, sin obtener respuesta. “Cuando el barco turco se aproximó a unos 600 metros de la fragata rusa Smetlivi y con el fin de prevenir una colisión se utilizaron armas de fuego”, continuó el texto oficial ruso. “Inmediatamente, el barco turco cambió bruscamente de rumbo y, sin llegar a entrar en contacto con la tripulación rusa, prosiguió su deriva a una distancia de 540 metros del Smetlivi, sólo por pura casualidad se pudo evitar la tragedia”, agregó el texto del Kremlin.
El incidente ocurrió a unos 22 kilómetros de la isla griega de Lemnos, en el mar Egeo, una zona muy transitada por los naves de guerra que parten de la anexada Península de Crimea en el Mar Negro, cruzan el Egeo y continúan hacia el Este hasta la costa de Siria.
Como aliada del régimen de Bashar al Assad, desde el pasado septiembre, Rusia lanza bombardeos por aire y por agua contra las posiciones que el Estado Islámico mantiene en ese país. A finales del mes pasado, luego de denunciar varias incursiones de aviones de combate rusos dentro de su espacio aéreo, en la frontera con Siria, Turquía derribó una nave de Moscú, ataque que desembocó en la muerte de los dos pilotos, uno viajaba en el avión atacado y otro estaba al frente de un helicóptero que intentaba rescatar a sus compatriotas. Por esta agresión turca, que no encuentra precedentes ni siquiera en los enfrentamientos que tuvieron lugar durante la Guerra Fría, se desató un conflicto diplomático que fue en ascenso y una virulenta guerra verbal que tuvo como animadores a Ankara y Moscú, crisis que ayer volvió a reflotar. “Se hizo una firme advertencia sobre las posibles nefastas consecuencias de las imprudentes acciones de la Ankara oficial en relación con el contingente militar ruso que cumple misiones contra el terrorismo internacional en Siria”, advirtió Antonov, quien informó que sus pares turcos prometieron comunicar el mensaje al gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux