Mié 13.01.2016

EL MUNDO  › TURQUíA IDENTIFICó AL ATACANTE COMO UN MIEMBRO DEL ESTADO ISLáMICO

Un suicida atacó en Estambul

La detonación en el centro de la ciudad causó la muerte de ocho alemanes y heridas a una turista peruana. Después de los ataques del grupo jihadista en Ankara y en Suruc, aumentó el temor de que el EI esté ampliando su campaña.

› Por Sam Masters y Laura Pitel *

Lejos de la larga y porosa frontera que se dice que cruzó para entrar en Turquía, un atacante suicida detonó explosivos ayer en el centro de Estambul. Cerca de la Mezquita Azul, en la plaza de Sultanahmet, el centro turístico histórico de la ciudad del Bósforo, las llamas envolvieron un lado del antiguo obelisco egipcio de Teodosio mientras un hombre después identificado como Nabil al-Fadli, de 28 años, nacido en Arabia Saudita, activó su dispositivo cerca de un grupo de turistas alemanes. Partes de cuerpos estaban desparramadas en el pavimento, muchas víctimas irreconocibles por la explosión cercana. Al menos 10 personas murieron en el acto, entre ellos ocho alemanes, y fue herida una turista peruana.

Las autoridades de Estambul habían temido desde hacía tiempo que era sólo cuestión de tiempo hasta que la ciudad, el centro cultural de Turquía y un imán para los turistas, fuese atacado por el Estado Islámico. De acuerdo con funcionarios turcos, fue frustrado un importante complot terrorista planeado para el mismo día de los atentados de París en noviembre pasado.

Se cree que los turistas alemanes que murieron ayer en Estambul estaban en un viaje organizado por la agencia de viajes Lebenslust Touristik en Berlín. El grupo de 33 debía volar cerca de Dubai y Abu Dhabi. Entre los heridos en los hospitales de toda la ciudad ayer por la noche, Jostein Nielsen, de 59 años, oficial del Ejército de Salvación de Noruega, dijo: “Había restos humanos por todo el lugar”. Su esposa, Magna Vaaje Nielsen, agregó: “Uno no piensa que esas cosas van a suceder cuando está conociendo un lugar”.

Después de los ataques del EI en la capital, Ankara, y el año pasado en la ciudad fronteriza de Suruc, el atentado en Estambul ayer provocó temores de que los islamistas están ampliando su campaña en Turquía. Ankara fue acusada de no tomar las medidas adecuadas contra los jihadistas que van y vienen desde Turquía a Siria. Los críticos dicen que el gobierno, fue. a lo sumo, negligente y, en el peor de los casos, hizo la vista gorda ante tales movimientos –o incluso que agentes estatales estaban cooperando con el grupo–. Funcionarios del gobierno dicen que todo el mundo fue lento en ver el peligro planteado por el grupo terrorista, y dicen que las naciones occidentales culparon injustamente a Turquía por sus propios fracasos para detener jihadistas extranjeros que se dirigen a Siria.

Después de las severas críticas a los fracasos de la policía y de los servicios de inteligencia sobre un atentado en la capital turca en octubre que dejó 103 muertos, la policía turca también llevó a cabo un gran número de redadas en las células terroristas sospechosas. Al menos 22 personas con presuntos vínculos con el Estado Islámico fueron detenidas en las últimas dos semanas. Kursat Yilmaz, que estuvo a cargo de tours turísticos en la plaza de Sultanahmet durante 25 años, dijo: “No nos sorprende que esto haya sucedido aquí. Este siempre fue un objetivo posible”.

El presidente Recep Tayyip Erdogan se comprometió a continuar con una “postura decidida y de principios” en la lucha contra el terrorismo. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que el terrorismo mostró otra vez su “cara cruel e inhumana” en Estambul. Dijo: “Hoy Estambul fue atacada: París fue golpeada, Túnez fue atacada, Ankara fue atacada antes”.

Fadli, de 28 años, que nació en Arabia Saudita pero pasó un tiempo en Siria, había cruzado recientemente de Siria a Turquía, dijeron las autoridades. El no estaba en ninguna lista de vigilancia de los combatientes sospechosos del EI. El saudita fue identificado, con una rapidez que sorprendió a algunos, por las partes del cuerpo que se encontraron en el lugar en Sultanahmet. Los funcionarios dijeron que él no era conocido en los círculos de seguridad internacionales.

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, dijo que el atacante era un miembro del EI y un “extranjero”. Declaró: “Turquía no va a dar marcha atrás en su lucha contra Daesh (EI), incluso ni un solo paso. Esta organización terrorista, los agresores y todas sus conexiones serán encontrados y recibirán el castigo que se merecen”.

Turquía, miembro de la OTAN, es parte de la lucha de la coalición liderada por Estados Unidos en contra del EI. Ankara también está luchando contra un levantamiento en el sudeste de mayoría kurda entre el Estado y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, que ha estado luchando durante tres décadas por la autonomía kurda. Algunos analistas dicen que las autoridades turcas están desbordadas por las exigencias de la lucha en varios frentes simultáneamente. Tras el colapso del proceso de paz kurdo, el ejército se desplegó para combatir a los militantes kurdos en ciudades de todo el sureste.

Yilmaz, el operador turístico en la plaza de Sultanahmet, dijo que había vendido un paquete a un turista de Colombia sólo una hora después de la explosión. “La realidad es que el mundo se ha acostumbrado al terrorismo. Es una pena, y me gustaría que no fuera verdad, pero el terrorismo ahora sucede en todas partes”, dijo. “Si el turismo se ve afectado por esto, será temporal. Estas cosas pasan”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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