El Rey de España abrirá hoy su ronda de consultas con voceros de los partidos y candidaturas representadas en el Congreso de los Diputados, reuniones que se prolongarán hasta el viernes y que una vez finalizadas Felipe VI propondrá candidato a la presidencia del Gobierno. Presumiblemente sea Mariano Rajoy como jefe del partido más votado y con más escaños. Aunque no lo dice abiertamente, el líder del Partido Popular (PP) se prepara para otras elecciones generales en mayo ante el bloqueo en el que se encuentra para poder formar gobierno. En caso de nuevos comicios, el PSOE sería la formación más perjudicada: según una encuesta publicada ayer, el PP saldría primero, seguido por Podemos, que desplazaría a los socialistas a un tercer lugar.

Tras el tiempo transcurrido desde las elecciones del 20 de diciembre, en el entorno de Rajoy constataron que Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), no se ha movido de su negativa a permitir un gobierno en minoría encabezado por el actual presidente en funciones. Y también que la alianza entre PSOE, Podemos y otras fuerzas parece incierta. El líder conservador ya casi desiste de volver a citar a Sánchez a La Moncloa y deja la concreción de su oferta de gobierno para el debate de investidura, según señala un artículo del diario El País.

No existe plazo prefijado para el debate de investidura, sí para la formación de un nuevo gobierno, cuestión que debe quedar resuelta antes de que se cumplan dos meses desde la primera votación (20-D) para elegir jefe del Gobierno; en caso contrario, será necesario convocar a nuevas elecciones. El Reglamento del Congreso fija un plazo para la sesión solemne de apertura de la legislatura, que debe dar inicio a la actividad parlamentaria y establece como límite máximo quince días posteriores a la sesión constitutiva de la Cámara, que, en este caso, se celebró el miércoles pasado.

Según fuentes cercanas a Rajoy, el principal propósito en La Moncloa es que comience a correr el plazo de dos meses para investir al nuevo presidente de Gobierno y que, si nadie lo consigue, puedan repetirse los comicios en la primavera europea. La ley vigente determina que el tiempo para llamar a los españoles a votar nuevamente comenzará a correr cuando se celebre la primera votación del debate de investidura, motivo por el cual Rajoy busca someterse este mismo mes al debate en el Congreso de los Diputados.

Por su parte, el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, tiene decidido seguir en su intento de formar un gobierno “progresista y reformista” y, además, habló de la fórmula de “tejer lazos, puentes y concitar grandes consensos”. Dentro del PSOE hay quienes señalan con preocupación que Sánchez esté buscando gobernar “a cualquier precio”, es decir, con la ayuda de partidos catalanes separatistas o que formaciones que defiendan el referéndum de autodeterminación de Cataluña, como es el caso de Podemos. Sánchez fue enfático ayer. “El PSOE no va a renunciar a ser el arquitecto de este nuevo tiempo político”.

El viernes, al finalizar las consultas, el rey podrá emplazar al socialista Patxi López a que convoque al debate de investidura en las Cortes Generales, para que presente su programa de gobierno el candidato con más apoyos. Si el debate de investidura se celebrase la última semana de enero, posiblemente 26 y 27, Rajoy se sometería a una primera votación, en la que, sin embargo, no tiene opción de ser proclamado presidente porque necesita de la mayoría absoluta (176 diputados) y el PP se quedó con 122 bancas tras los comicios de diciembre. Si no hubiera acuerdo de investidura, el plazo legal termina después de Semana Santa. Entonces tendrían que disolverse las Cortes Generales y debería convocarse a elecciones, que de acuerdo con el plazo constitucional de 54 días, podrían celebrarse el 22 de mayo.

Un 61 por ciento de los españoles quiere que los principales partidos lleguen a un acuerdo, mientras que un 33 por ciento prefiere que se convoquen elecciones que, de celebrarse, volverían a ganar el PP. El PSOE sería el más perjudicado si se celebrasen nuevos comicios: según el sondeo de Metroscopia para El País, la formación socialista, segunda en las elecciones del 20 de diciembre, sería adelantada por Podemos. El partido liderado por Pablo Iglesias crecería casi dos puntos en porcentaje de voto, hasta alcanzar el 22,5, sobrepasando al PSOE, que bajaría del 22 al 21,1 por ciento.