Una niña israelí de 13 años murió ayer a manos de un palestino que irrumpió en su casa, en una colonia en la ocupada Cisjordania, y la acuchilló en su cuarto, mientras que otro palestino hirió con un cuchillo a otros dos civiles israelíes en la ciudad de Natania, en el norte del país. Los dos agresores palestinos fueron muertos a tiros por civiles, informaron las autoridades.

La niña israelí, que vivía en la colonia judía de Kiriat Arba, vecina de la ciudad palestina de Hebrón, una de las zonas más violentas y tensas del territorio de Cisjordania, falleció poco después de ser trasladada a un hospital de Jerusalén, informó el gobierno israelí.

Medios locales agregaron que el atacante palestino, un joven de 17 años oriundo del pueblo vecino de Bani Naim, saltó un alambrado, entró en la colonia e irrumpió en una de las casas.

Tras apuñalar a la niña, el atacante salió corriendo de la casa y en una de las calles se encontró con una patrulla de “guardias civiles” de la colonia. Sólo consiguió acuchillar a uno de ellos, antes de ser acribillado. Tel Aviv no identificó al miembro de la patrulla herido, pero informó que tenía 31 años y que fue internado con heridas graves en otro hospital de Jerusalén.

Poco después, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que dio la orden al ejército de “cerrar” completamente Bani Naim y suspender inmediatamente los permisos de trabajo de todos los familiares del atacante palestino, permisos necesarios para poder entrar a las colonias en ese territorio ocupado o cruzar el muro e ingresar a Jerusalén Este e Israel.

Finalmente, Netanyahu también ordenó demoler la casa de la familia del atacante, una medida que Tel Aviv suele tomar después de ataques, pese a ser criticada por organizaciones de derechos humanos israelíes e internacionales.

Desde octubre pasado, en una ola de ataques cometidos por uno o dos palestinos, sin afiliación política clara, con cuchillos, autos y, en muy pocas ocasiones, armas de fuego, fueron muertos unos 30 israelíes, la mayoría miembros de fuerzas de seguridad, colonos y ultraortodoxos en Jerusalén y Cisjordania. Como contrapartida, las fuerzas de seguridad israelíes redoblaron la represión contra los alestinos, dejando un saldo final de más de 200 muertos y cientos de detenciones. Esa ola de ataques menguó un poco en los últimos meses, pero nunca se detuvo.

Horas después del ataque en la colonia ultraortodoxa de Kiriat Arba, otro joven palestino, esta vez de 20 años, acuchilló a dos personas en un abarrotado mercado popular en la ciudad de Natania, al norte de Tel Aviv.

La llamada “intifada de los cuchillos” surgió en protesta por la ocupación israelí de los territorios palestinos y una disputa por los derechos de visitar y rezar en el Monte del Templo en Jerusalén (Explanada de las Mezquitas para los musulmanes).