Dom 03.07.2016

EL MUNDO  › OLA DE ARREPENTIDOS, ACEFALIA EN EL GOBIERNO Y CRISIS EN EL OFICIALISMO Y LA OPOSICION DE GRAN BRETAÑA

Vacío político por la resaca del Brexit

Los conservadores se desangran para encontrar un sustituto del primer ministro David Cameron y la oposición laborista está dividida entre los diputados que quieren deshacerse de Jeremy Corbyn y los que apoyan su continuidad.

› Por Marcelo Justo

Desde Londres

Las aguas siguen revueltas en este Reino más des Unido que nunca luego del referendo a favor de la salida de la Unión Europea. En un país que busca un liderazgo político en medio de la crisis, los conservadores se desangran para encontrar un sustituto del primer ministro David Cameron y la oposición laborista está dividida entre los diputados que quieren deshacerse de Jeremy Corbyn y los afiliados y sindicatos que lo apoyan. En Londres decenas de miles personas salieron a protestar por el centro de Londres y exigir un nuevo referendo ante las “mentiras” de la campaña del Brexit.

Londres fue uno de los pocos lugares –junto a Escocia, Irlanda y algunas grandes ciudades como Manchester– que votó mayoritariamente a favor de permanecer en la UE. No sorprende entonces la masiva marcha en la capital para protestar por el resultado del referendo. Manifestantes de todas las edades se concentraron en Hyde Park para confluir en Parliament Square, la plaza enfrente de la Cámara de los Comunes. Muchísimos jóvenes. Un 75% de los que tienen entre 18 y 24 años de edad votaron a favor de permanecer en la Unión Euroepa. “La campaña se basó en una distorsión de los hechos, en nebulosas promesas sobre el Servicio Nacional de Salud y la política inmigratoria. Y la realidad es que nosotros hemos perdido la libertad de movimiento por Europa”, señaló a Página/12 Amelia Madan, una escritora de 24 años.

Una encuesta entre el casi un millón y medio de jóvenes de 16 y 17 años muestra que, si también ellos hubieran podido votar, hubrían revertido el resultado. Entre los cánticos de repudio a los Brexits, banderas y pancartas de “We Love EU” y “Bremain”, Crad Gibson, estudiante de relaciones internacionales de 24 años, indicó a Página/12 que, como generación, se sentía traicionado. “Nos sentimos traicionados por nuestros mayores. Vamos a tener que vivir con esta decisión por muchos años. Y todo se da en medio de un terrible vacío político. ¿Quién nos representa hoy?”, señaló Gibson.

El primer ministro David Cameron renunció a poco de anunciarse el resultado del referendo que él mismo había convocado: hoy es una opaca figura en funciones hasta que se elija su reemplazante. En una posición similar se encuentra su ministro de finanzas, George Osborne, ex aspirante al trono conservador, que está intentando dar marcha atrás con todas las apocalípticas predicciones que había hecho sobre lo que sucedería si triunfaba el Brexit. Cinco parlamentarios conservadores se han presentado para reemplazar a Cameron.

La primera ronda se realizará este martes: el candidato apoyado por menos diputados de la bancada conservadora tendrá que retirarse de la contienda. El proceso se repetirá el jueves y el martes siguiente hasta que queden solo dos contendientes. El último paso corresponderá a los 134 mil afiliados conservadores quienes elegirán al próximo líder entre estos dos candidatos. El proceso debería completarse hacia principios de septiembre.

La ministra del interior, Theresa May, lidera la preferencia entre los diputados, pero votó a favor de la permanencia en la UE. El de justicia, Michael “Brutus” Gove, es el más firme candidato de los Brexit, pero la brutalidad con que despachó al ex alcalde de Londres Boris Johnson, su principal aliado durante la campaña, le valió el apodo de Brutus (uno de los asesinos de Julio César) y le restó apoyo. Con este antecedente, la secretaria de energía, Andrea Leadsom, usuaria de paraísos fiscales, podría desplazar a Gove como candidata de los Brexit. En este caso dos mujeres competirían en la última ronda para ver quién reemplaza a Cameron.

Sea quien sea, la tarea de cerrar el abismo que el referendo abrió entre los británicos parece más allá del alcance de cualquier candidato. “Es posible que Theresa May sea la candidata de unidad del partido gracias a su enorme experiencia política, pero con eso no va a bastar. El gobierno Tory ha dejado a Gran Bretaña en una situación desastrosa nacional e internacional. El próximo líder va a necesitar algo más que experiencia”, señaló en su editorial de ayer el diario pro europeo The Guardian. Entre los jóvenes no hay muchas expectativas. “El líder va a tener que ser un Brexit y ese es el problema. Creo que necesitaremos una nueva elección general. O un segundo referendo. Si no, nos exponemos a perder Escocia, Irlanda del Norte, Gibraltar y quizás las Falkands”, indicó a Página/12 Amelia Madan.

El único consuelo de los conservadores es que el Partido Laborista está en una crisis igualmente grave. Solo 40 de los 252 diputados que conforman la bancada parlamentaria apoyan a Jeremy Corbyn, el líder más a la izquierda de la historia partidaria. Ayer hubo manifestaciones en distintas partes del país de afiliados pro corbynistas para pedir unidad en el Partido. El mismo Corbyn dejó en claro que no estaba en sus planes la renuncia.

En un acto contra la ola de ataques racistas que siguieron al referendo, Corbyn señaló que el mensaje del laborismo es más importante que nunca. “Nosotros le decimos que no a estos ataques contra mezquitas, contra individuos, contra negocios polacos, contra gente que está trabajando en un bar o restaurante. Este tipo de ataques se ha multiplicado por cinco según la policía. Esto no puede continuar”, dijo Corbyn en un acto en el norte de Londres.

Con un gobierno virtualmente acéfalo, la división de los laboristas profundiza el vacío político. La mecánica partidaria para resolver este tipo de impasse es que un candidato que tenga el apoyo de 50 diputados presente su candidatura con lo que habría que llamar a una nueva elección. Corbyn podría ganar nuevamente dado el fuerte apoyo que tiene entre los 450 mil afiliados laboristas. Según medios británicos hay negociaciones para que Corbyn renuncie y, a cambio, el nuevo líder incorpore parte de la agenda de la izquierda partidaria, tan relegada durante los años del Nuevo Laborismo de Tony Blair.

La resaca del referendo alcanza a los mismos votantes. En los últimos días se han multipicado los arrepentidos del voto por el Brexit. El hashtag #regrexit (amalgama de regret –lamento– y Brexit) se ha popularizado en las redes y en YouTube aparecieron numerosos votantes que dijeron que habían votado contra el gobierno de David Cameron porque jamás habían pensado que ganaría el Brexit.

Otros rechazan el maniqueísmo del referendo. “Voté a favor del Brexit, pero no me gusta que se esté planteando todo en blanco y negro. Amo a Europa, pero no estoy a favor de la Unión Europea y las cosas que hizo, por ejemplo, en Grecia. La Europa actual le sirve a las corporaciones y no a la gente. No puedo estar a favor de eso. Pero tampoco estoy a favor de estos espantosos ataques racistas”, señaló a Página/12 Sebastian Lee.

El caso más asombroso es el del ex editor del The Sun, el furiosamente antieuropeo Kevin Mc Kenzie, quien publicó una columna el día del referendo con las “10 razones para abandonar Europa” y que esta semana confesó que estaba arrepintiéndose. “Es el arrepentimiento del que compró algo que no quiere (“buyer´s remorse”). Tengo miedo a lo que se viene: ¿acaso soy el único?”, dijo Mc Kenzie.

Nadie sabe cómo va a terminar la película. El Reino Unido tiene que invocar el artículo 50 para inciar el proceso de separación, algo que debería hacer el próximo primer ministro a partir de septiembre. La negociación duraría cuanto menos 2 años, pero es una incógnita cuál será el resultado. Muchos en el Brexit apuestan a un acuerdo similar al que tiene el Area Económica Europea (Noruega, Islandia y Liechestein), muy semejante, a la actual pertenencia a la UE. Otros dicen que este camino es imposible y el Reino Unido terminará fuera del Mercado Unico Europeo, comerciando con la UE como una nación más.

El hecho de que Alemania y Francia tienen elecciones el próximo año no ayudará a las negociaciones. El viernes el atribulado presidente Francois Hollande endureció el lenguaje al contradecir abiertamente a los conservadores británicos y señalar que cuanto antes termine el proceso mejor. “La decisión se tomó. No podemos demorarla o cancelarla. Ahora hay que enfrentar las consecuencias de lo decidido”, señaló.

En este clima no sorprende que dos medios pro europeos, el diario Financial Times y el semanario The Economist, estén abriendo un signo de interrogación sobre la factibilidad del Brexit.

El semanario señaló que un segundo referendo “no sería más justo que permitir a los jugadores ingleses tener una segunda oportunidad con Islandia que nos infligió una segunda humillación esta semana”, pero dados los problemas que está generando en la economía y las pro europeas Escocia e Irlanda del Norte, es posible que “la negociación termine con algo tan diferente a lo que prometió la campaña del Brexit que necesitará un nuevo referendo u otra elección general: es posible que el Brexit mismo sea revertido”.

En el Financial Times, el comentarista Gideon Roachman señaló que con la negociación se encontrará un punto en común para evitar el Brexit. “Esta historia ha sido un golpe dramático, terrible. Pero todavía no se ha escrito su final”, señaló.

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