El Partido Popular (PP) del presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, volvería a ganar si se celebraran unas terceras elecciones generales en España aunque con menos apoyos, según el primer sondeo publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS, público) desde los comicios del 26 de junio.

Los resultados que arroja la encuesta apenas mueven el tablero político, lo que envía un mensaje muy claro a los partidos: unas nuevas elecciones no servirán para poner fin al bloqueo político en el que se encuentra España desde el pasado mes de diciembre. En medio del proceso de negociaciones para formar gobierno, la perspectiva de que no se producirán cambios significativos si se llegara a otra cita con las urnas, debería servir a los líderes políticos de incentivo para pactar, coinciden los analistas.

De acuerdo con el CIS, el PP obtendría un 32,5 por ciento de los votos, ocho décimas menos que en junio, cuando se hizo con 137 diputados.

Entonces, los conservadores se reforzaron con 14 escaños respecto de los comicios celebrados seis meses antes, pero no lograron una mayoría suficiente para gobernar. Para ello, necesitan llegar a un acuerdo con otras fuerzas políticas. El Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez, que se niega tanto a respaldar a Rajoy como a facilitar su reelección, mantiene su segundo puesto y es el único partido que sube en intención de voto, aunque lo hace en apenas medio punto, situándose en un 23,1 por ciento de los votos. Por su parte, la coalición de izquierda Unidos Podemos y los liberales de Ciudadanos, descienden.

La fuerza que lidera Pablo Iglesias conserva el tercer puesto con un 19,6 por ciento de los votos frente al 21,1 por ciento, mientras la de Albert Rivera cae del 13 al 12 por ciento.

La encuesta del CIS fue realizada entre el 1 y el 11 de julio, apenas unos días después de las últimas elecciones, por lo que no refleja el hartazgo ciudadano ante el inmovilismo en el que se instaló España en las últimas semanas.

Tras ganar las elecciones y pese a no contar con mayoría suficiente, Rajoy aceptó el encargo del rey Felipe VI de formar gobierno aunque no logró sumar ningún apoyo a su investidura. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, comprometió la abstención de los 32 diputados de su partido y aceptó negociar cuestiones de gobernabilidad con los conservadores, pero su posición no garantiza que haya gobierno.

Varios dirigentes de peso del Partido Socialista defienden la posibilidad de una abstención para permitir que haya gobierno y abogan por un proceso de reflexión en el partido tras la decisión de la cúpula socialista de votar “no” a Rajoy.