La premiada escritora chilena Mariana Callejas (foto), quien durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) daba talleres literarios en su lujosa mansión de Santiago mientras en los sótanos de la casa eran sometidos a torturas los opositores del régimen, murió ayer, a los 84 años, en un asilo de ancianos.

Callejas fue más conocida por sus servicios como agente de la temible policía secreta pinochetista que por su obra literaria y en su momento recibió una condena a 20 años de prisión por delitos de lesa humanidad.

Autora de algunos libros, Callejas recibió como escritora el desprecio de la escena literaria chilena de mediados de la década del ochenta, cuando se supo públicamente que su marido, el estadounidense y entonces agente de la DINA (la policía secreta de Pinochet) Michael Townley, ocupaba el sótano de su mansión ubicada en el sector Lo Curro, como un cuartel personal de la dictadura. En la misma época se hizo público también que la casa era propiedad de la DINA, que permitía el usufructo al matrimonio como pago de sus servicios. En la mansión en la que Townley y Callejas convivían, el estadounidense que sirvió a la DINA utilizó el sótano para instalar un laboratorio en el que se fabricaba gas sarín que luego era empleado como arma contra los opositores del régimen.

Además, el lugar fue convertido en un centro de detenciones ilegales y torturas que funcionaba al mismo tiempo que, en plantas más altas, Callejas ofrecía talleres literarios para jóvenes escritores.

Allí fue llevado en julio de 1976 y sometido a largas sesiones de torturas el diplomático español Carmelo Soria. Según testimonios reunidos en la investigación del caso, el ex funcionario de la Cepal recibió dosis de gas sarín y luego fue asesinado con métodos de extrema violencia.

El matrimonio de Townley y Callejas también estuvo detrás del asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier, en la ciudad de Washington, y también del crimen del general Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert, quien fue víctima del estallido de una bomba durante su exilio en Buenos Aires.

Fue por este último crimen que Callejas recibió una condena, durante 2008, de 20 años de cárcel, período que la Corte Suprema rebajó a 5 años y, posteriormente, le concedió el beneficio de la libertad vigilada.

Prats fue asesinado el 30 de septiembre de 1994 con el estallido de una bomba que agentes de la DINA (la policía secreta de Pinochet) colocaron debajo de su automóvil en el barrio porteño de Palermo.

En 1980 la escritora Callejas publicó “La noche larga”, un libro de cuentos en cuyos relatos describe sesiones de tortura y alude a los sistemas para la fabricación de bombas.

Ese año ganó una mención en el Premio de Novela Andrés Bello por Los puentes y en 1981 ganó el concurso de cuentos de la revista cultural La Bicicleta, que era de izquierda, con un jurado integrado por Jorge Edwards, Martín Cerda y Marco Antonio de la Parra, entre otros.

Ese galardón derivó en una catarata de quejas en Chile, lo que llevó a la revista a aclarar que había premiado un cuento y no a su autora, y que los relatos fueron entregados bajo seudónimo.