EL MUNDO › EN CAIDA LIBRE, TRUMP RELATIVIZA SUS EXABRUPTOS, OCULTA SUS FINANZAS Y HABLA DE PERDER
Cansados de los furcios xenófobos y la violencia verbal del candidato principal de su partido, un grupo de dirigentes republicanos pide que se corte la financiación de la campaña presidencial para concentrarse en mantener la mayoría en las dos cámaras del Congreso.
Unos 70 republicanos, incluyendo ex legisladores, pedirán al partido que corte la financiación a la campaña presidencial del magnate Donald Trump y que se enfoque en mantener las mayorías en el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
En una carta, a la que ayer tuvieron acceso algunos medios locales y que se hará pública la próxima semana, los firmantes aseguran que la figura de Trump “amenaza” con convertir las elecciones de noviembre en una “victoria arrolladora” de los demócratas. “Creemos que las disensiones, imprudencias, incompetencia y el récord de impopularidad de Donald Trump arriesgan convertir esta elección en una avalancha demócrata’’, dice el borrador del texto de una carta al presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, obtenido por el sitio de internet Politico.
“Tan solo un cambio inmediato de todos los recursos disponibles del Comité Nacional Republicano (RNC) a los puestos vulnerables del Senado y la Cámara de Representantes evitarán que se ahogue (el partido) con el ancla de Trump alrededor del cuello”, apuntan en la misiva.
Entre los firmantes hay una veintena de ex dirigentes del partido así como los ex congresistas Chris Shays, Tom Coleman y Vin Weber y el ex senador Gordon Humphrey. Algunos de ellos, como Shays, ya han anunciado que votarán por la demócrata Hillary Clinton en noviembre.
“Esta no debería ser una decisión difícil ya que las posibilidades de que Donald Trump resulte electo se evaporan cada día que pasa”, concluye la carta.
Uno de sus promotores, Andrew Weinstein, de Florida, aseguró al portal Politico que la carta surge de “gente preocupada por proteger las mayorías del partido en el Senado y la Cámara”, pero que no supone un “apoyo a nadie”, en referencia a Clinton.
La carta llega en un momento de creciente oposición en el seno del partido contra el irreverente magnate neoyorquino, un incendio que no logra controlar y que ha llevado a importantes líderes republicanos a retirarle el apoyo, como el reciente y significativo caso de la senadora Susan Collins.
Hoy, de hecho, la cúpula del RNC y la campaña de Trump mantendrán una reunión en Orlando (Florida). Según el equipo del magnate se trata de un encuentro “típico”, aunque no resulta un secreto que parte de la cúpula republicana está en desacuerdo con el rumbo que está llevando la campaña presidencial y sus constantes salidas de tono.
El candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer que su polémico comentario del jueves acerca de que el presidente del país, Barack Obama, había fundado el grupo islamista radical Estado Islámico (EI) había sido hecho en tono “sarcástico”.
“¿Ellos no entienden el sarcasmo?”, se preguntó Trump en su cuenta de Twitter, aludiendo a la cadena de noticias CNN a la que criticó por informar “tan seriamente” de sus dichos sobre el presidente demócrata y sobre su rival, la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, a quien consideró la “cofundadora” del grupo yihadista.
El exabrupto de Trump, realizado en un mitin celebrado en Florida, causó gran revuelo y una catarata de críticas, entre ellas la de Clinton, que también utilizó esa red social para responderle que Obama “no es el fundador del EI”, acusó al magnate por el tono de sus polémicas y dijo que “cualquiera que esté dispuesto a caer tan bajo, y con tanta frecuencia, nunca debería poder servir como nuestro comandante en jefe”.
No es la primera vez que Trump vincula al presidente y a Clinton con el grupo yihadista que controla un territorio entre Siria e Irak y se atribuyó numerosos ataques en Europa y Estados Unidos. En junio, tras la matanza en una discoteca de Orlando, Florida, también insinuó que el mandatario era cómplice, algo que se repitió varias veces hasta la fecha y que desde el equipo de campaña de Clinton en general prefieren no responder y buscan encuadrarlo en la serie de teorías conspirativas y de fondo racista que impulsan los discursos del republicano. Trump también sostuvo que el EI adquirió “una fuerza enorme” durante la época en la que Clinton fue la secretaria de Estado de Obama” y se preguntaba: ¿Cuándo los medios deshonestos informarán de los hechos?”.
Hasta ahora, el candidato republicano se había mantenido firme al defender la seriedad de sus declaraciones sobre Obama y el EI, incluso cuando ayer fue consultado en una entrevista radiofónica que le realizó el conductor conservador Hugh Hewitt, acerca de si se refería en realidad a que el mandatario creó las condiciones para la aparición del grupo yihadista. “Quise decir que Obama es el fundador del EI”, insistió Trump en esa entrevista.
Esta misma semana, Trump fue objeto de numerosas críticas tras asegurar que los amantes de las armas pueden “hacer algo” para detener a Clinton, lo que ha sido interpretado como un llamado a la violencia.
Trump dio marcha atrás ayer en su afirmación de que el presidente estadounidense, Barack Obama, y Hillary Clinton fundaron el grupo Estado Islámico, y explicó que solo se trató de un sarcasmo. Como hace con frecuencia, el candidato presidencial republicano acusó a los medios de malinterpretar sus dichos. En este caso tomó como blanco a la cadena CNN, aunque sus comentarios sobre el grupo yihadista y el presidente fueron reflejados por todo el espectro informativo.
Trump no acostumbra a retractarse de sus intempestivas acusaciones y afirmaciones y el mes pasado usó la misma defensa -que solo estaba siendo sarcástico- luego de sugerir un llamado a hackers rusos para que encontraran los correos electrónicos borrados que son el centro de una controversia que acosa a la campaña de Clinton.
Pero la semana pasada reconoció su error, algo raro en él. Trump admitió el 5 de agosto que estaba equivocado cuando afirmó que había visto un video secreto iraní que mostraba la entrega a Teherán de 400 millones de dólares por la liberación de prisioneros estadounidenses.
Pero se considera que la ampliamente difundida filmación corresponde a la llegada de tres de los cinco prisioneros estadounidenses liberados por Irán en enero pasado, que salen de un avión en Ginebra (Suiza). En un tuit publicado el viernes pasado, Trump admitió que eso fue en realidad lo que vio.
Hillary Clinton difundió ayer su declaración de ingresos del año 2015, y criticó a su adversario republicano, que sigue negándose a respetar esa tradición. La pareja Clinton declaró ingresos por 10,6 millones de dólares en el año 2015. Pagaron 3,6 millones de impuestos federales, según el documento puesto en línea en el sitio de la ex primera dama.
A lo largo de su carrera política los Clinton publicaron todas sus declaraciones de ingresos desde 1977, un hecho que los demócratas no se cansan de destacar.
“Donald Trump se esconde detrás de falsas excusas e incumple sus promesas de publicar sus declaraciones de impuestos’’, declaró Jennifer Palmieri, directora de comunicación del equipo de campaña de Clinton. “Qué‚ intenta ocultar?’’, se preguntó.
La principal fuente de ingresos de los Clinton es la participación remunerada de Bill Clinton en conferencias –5,2 millones de dólares– y un pago del editor del último libro de Hillary Clinton, Simon & Schuster, por 3 millones. La candidata pronunció decenas de exposiciones pagas en 2013, 2014 y 2015, pero dejó esa actividad antes de lanzarse a la carrera por la Casa Blanca en abril de 2015.
Asimismo, Trump habló ayer por primera vez de la posibilidad de perder la elección presidencial. “Si en 90 días fracaso porque de alguna manera soy políticamente correcto, cuando se supone que soy el candidato inteligente e incluso tengo muchas buenas ideas, no hay problema. (…) Mire, vuelvo a la buena vida. No es lo que quiero, creo que ganaremos, pero se verá. Al final, o esto funciona o me tomaré unas largas vacaciones”, declaró.
Trump, planea reunirse en Miami con miembros de la comunidad cubano-estadounidense y plantearles su posición respecto a Cuba, según afirmó en una entrevista que concedió al diario El Nuevo Herald.
Si bien Trump dijo en la entrevista que veía con buenos ojos el acercamiento a la isla impulsado por el presidente estadounidense, Barack Obama, se mostró partidario de establecer un acuerdo “más fuerte”.
Preguntado por las características de este acuerdo, el candidato republicano mencionó un único aspecto: que Estados Unidos debe impedir que el Gobierno cubano presione a favor de una compensación por los daños que supuestamente causó el embargo a la isla.
“Cualquier acuerdo que haga, debe tener un párrafo importante que exprese que, bajo ninguna circunstancia, Cuba puede presentar dentro de dos años una demanda de 3.000 millones de dólares a Estados Unidos por daños”, dijo el multimillonario neoyorquino al rotativo.
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