Los Hermanos Musulmanes egipcios lanzaron un llamamiento a la comunidad internacional para que juzgue a los autores del asesinato de casi mil personas en el desalojo de los campamentos islamistas de El Cairo, que tuvo lugar hace tres años, y que se convirtió en una de las peores masacres de las últimas décadas. En el aniversario del sangriento capítulo, la ONG internacional Human Rights Watch (HRW) pidió que el Parlamento egipcio apruebe una ley de justicia transitoria que permita una investigación del asesinato de manifestantes islamistas para compensar a las familias de las víctimas.

El 14 de agosto de 2013 las fuerzas de seguridad egipcias mataron a más de mil personas durante el desalojo de campamentos en las plazas cairotas de Rabaa al Adauiya y Al Nahda, donde los islamistas se manifestaban a favor de Mohamed Mursi, el primer presidente de Egipto elegido democráticamente que en julio de ese año fue derrocado por un golpe militar encabezado por el actual presidente.

Esa matanza fue calificada ayer por los Hermanos Musulmanes como crimen contra la humanidad. La Hermandad se comprometió a defender los derechos de sus miembros muertos, heridos y detenidos, y el derecho del pueblo a la libertad y a la justicia social.