EL MUNDO
La sangría que alimenta la confrontación
La guerra que tanto da que hablar en la interna demócrata volvió a calentarse ayer con una serie de ataques de la resistencia iraquí que causaron la baja de cinco soldados estadounidenses, en tanto cuatro iraquíes murieron al estallar un coche bomba en la entrada de los tribunales de Samarra y en ataques contra policías. Fuentes militares informaron que el golpe más duro fue en Jaldiya, 90 kilómetros al oeste de Bagdad, donde un coche bomba explotó contra un puesto de bloqueo estadounidense, matando a tres soldados e hiriendo a otros seis.