El socialista Pedro Sánchez inició ayer su ronda de contactos para buscar una solución al bloqueo político en el que se encuentra España con un llamado telefónico al presidente del gobierno español en funciones, el conservador Mariano Rajoy, a quien reiteró su negativa a apoyarlo y le informó sobres sus planes de explorar una alternativa.

La conversación, que duró apenas unos 10 minutos y fue “cordial”, sirvió para constatar que ambos dirigentes se mantienen en sus posiciones irreconciliables y que ninguno puede contar con el otro para encontrar una salida que permita la formación de un nuevo gobierno y evitar así unas terceras elecciones consecutivas en un año.

Desde la Presidencia del gobierno de España destacaron que Rajoy reiteró a Sánchez la “necesidad urgente de que España cuente con un gobierno que pueda dar respuesta a los compromisos que tiene ante sí y que mantenga el empuje de la recuperación económica y el ritmo de creación de empleo”.

La primera reacción de Unidos Podemos ante el anuncio de Sánchez ha sido ayer de escepticismo, ya que el líder del PSOE lanzó su propuesta de buscar una solución “entre todos”, pero no quiso postularse para encabezar un gobierno alternativa a Rajoy.