El presidente de Venezuela, Hugo Chávez levantó un polvorín político en Colombia tras revelar que en el pasado se reunió en dos ocasiones, una de ellas en Caracas, con altos jefes de la guerrillas colombianas de las FARC y del ELN. Chávez admitió que se reunió con dirigentes guerrilleros a petición del anterior gobierno colombiano de Andrés Pastrana (1998-2002), con el objetivo de facilitar acercamientos de paz con los grupos rebeldes.
Chávez recordó el caso en el que Pastrana le solicitó por medio del alto comisionado de paz del gobierno colombiano, Camilo Gómez, reunirse en secreto cerca de la frontera común con un líder de la guerrilla, que no identificó. Por su parte, Gómez confirmó ayer que el gobierno de Pastrana le pidió al mandatario venezolano que se reuniera –en fechas no precisadas– con jefes de las FARC, grupo con el que llevó a cabo un frustrado proceso de paz entre 1999 y 2002, así como del ELN, con el cual seguía reuniones exploratorias en La Habana. Una primera reunión se realizó entre Chávez, el número dos de las FARC, Raúl Reyes y un representante del gobierno de Colombia en Caracas; mientras que el segundo encuentro se dio entre el mandatario venezolano y el jefe militar del ELN, Antonio García, en la frontera entre ambos países, precisó Gómez.
Esas revelaciones desataron una ola de reacciones en Colombia, donde sectores políticos las consideraron como una confirmación de los nexos, según ellos, de Chávez con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN). “Estamos impactados. Esto es muy polémico dado que Chávez ha venido negando cualquier vínculo con los grupos subversivos de Colombia; pero una vez dijo que esos grupos no eran enemigos de los venezolanos”, dijo a emisoras colombianas José Luis Betancourt, presidente de la Federación de Ganaderos de Venezuela. Por su parte, el diputado Gustavo Petro defendió la gestión de Chávez ante las guerrillas, al señalar que se hizo en respuesta a la solicitud de un presidente colombiano.
Chávez hizo las revelaciones el martes al desmentir a Guillermo Fernández de Soto, canciller de Pastrana y quien relató en un libro que el presidente venezolano confesó en una reunión en México que había recibido una solicitud de las FARC para que les vendiera armas, a lo que se negó. Venezuela y Colombia con frecuencia tienen roces porque algunos sectores en Bogotá sostienen que las guerrillas tienen campamentos, planean sus ataques y ocultan secuestrados en territorio venezolano.