EL MUNDO › EL DISCURSO DE GETTYSBURG, PRONUNCIADO EN PLENA GUERRA DE SECESION, ES SIMBOLICO EN ESTADOS UNIDOS
Lincoln fue el primer presidente por el Partido Republicano de la historia de los Estados Unidos. El discurso que pronunció en Gettysburg fue citado hasta en la Constitución de la actual república de Francia. Trump no estuvo a la altura.
El candidato presidencial republicano, Donald Trump, reiteró ayer que construirá un muro en la frontera con México, que será financiado por Estados Unidos y reembolsado por el país vecino, y que suspenderá la inmigración “desde regiones propensas al terrorismo”. A su vez, el viernes presumió de su capacidad para llenar estadios, y se proclamó el “salvador” de los olvidados de Estados Unidos.
En un discurso, en el que planteó cómo serían sus primeros 100 días de presidencia, en Gettysburg (Pensilvania), Trump afirmó: “Mi ley para poner fin a la inmigración ilegal aportaría los fondos para financiar el muro con el completo entendimiento de que México reembolsará a Estados Unidos”, dijo. Hasta ahora, el candidato republicano había recalcado que sería su vecino del sur quien se haría cargo de la factura por la construcción del muro destinado a frenar el flujo migratorio. También volvió a subrayar su polémica idea de prohibir la inmigración desde regiones propensas al terrorismo, aunque eludió ofrecer detalles de cómo aplicará esta propuesta.
El lugar escogido por Trump, Gettysburg, es simbólico en Estados Unidos ya que fue donde el presidente Abraham Lincoln pronunció en 1863 uno de sus discursos más reconocidos en plena Guerra Civil. Además, el magnate neoyorquino subrayó: “Voy a cancelar miles de millones en pagos a los programas de cambio climático de las Naciones Unidas y los utilizaré para financiar proyectos domésticos”.
La mayor parte de sus propuestas repetían anuncios realizados previamente, como su intención de “retirar” a Estados Unidos del Tratado Comercial Transpacífico (TPP) y “renegociar” el Tratado de Libre Comercio de Norte América (Tlcan). Asimismo, criticó la excesiva carga de regulaciones, especialmente en materia climática, lanzada por el gobierno del presidente Barack Obama, que consideró ahoga la iniciativa presidencial. Por último, cargó contra su rival demócrata Hillary Clinton, a quien responsabilizó de defender políticas continuistas. “No está compitiendo contra mí, está compitiendo contra el cambio y contra todos los ciudadanos estadounidenses”, indicó Trump.
Una encuesta reciente realizada por el canal hispano Univisión, el diario Dallas Morning News y la estación de TV de la Universidad del estado de Arizona, reveló que una gran mayoría (86 por ciento en México y 72 por ciento en Estados Unidos) se oponen a la construcción de un muro entre los dos países. La mayoría siente además que el tono empleado por el candidato republicano puede afectar la relación con el tercer socio comercial de Estados Unidos.
A su vez, el candidato republicano amenazó ayer con demandar en los tribunales a las mujeres que lo acusan de haber abusado sexualmente de ellas en el pasado cuando acaben las elecciones presidenciales. “Cada una de las mujeres mintió cuando se ofreció para dañar mi campaña”, dijo Trump en el mitin de Gettyburg. Según el magnate, las acusaciones de abuso sexual de esas mujeres son totalmente inventadas. “Los eventos nunca pasaron. Nunca. Demandaré a todas esas mentirosas cuando acaben las elecciones”, añadió.
Trump también arremetió contra los medios de comunicación, a los que acusó de publicar las mentiras de estas mujeres, sin comprobar si sus acusaciones se basan en hechos. Y acusó a la campaña de Hillary Clinton de estar detrás de las denuncias de estas mujeres. “Fue probablemente el Comité Nacional Demócrata y la campaña de Hillary quieres presentaron a estas mujeres con sus historias inventadas. Pero probablemente lo sabremos después durante el juicio, que tanto deseamos”, añadió el candidato republicano.
En las últimas dos semanas, al menos diez mujeres denunciaron que Trump abusó de ellas sexualmente en el pasado. Las mujeres decidieron denunciarlo ahora, a pesar de que muchos de esos presuntos abusos ocurrieron hace años. Las mujeres decidieron dar un paso adelante después de que el diario The Washington Post publicara un video de 2005 en el que se oía a Trump alardear usando un lenguaje muy vulgar de abusar sexualmente de mujeres y de ser capaz de seducir y hacer cualquier cosa a las mujeres por el simple hecho de ser una estrella. Trump trató de quitar importancia al asunto y dijo que era “una conversación de vestuario” entre hombres pero que nunca lo había hecho.
Por otro lado, el viernes Trump proclamó: “Van a recordar este mitin toda vuestra vida. Este es un movimiento que nuestro país nunca había visto antes”. Como si fuera un ritual en todos sus mítines, el magnate se gira hacia los simpatizantes a su espalda, los aplaude, los felicita por ser “gente fantástica”, los invita a agitar pancartas con su nombre y alardea de las “grandes multitudes” que “superan con mucho” las que convoca su rival, la demócrata Hillary Clinton. Y esto mismo hizo en la ciudad de Johnstown, en una zona del estado de Pensilvania dedicada al acero y al carbón y que perdió gran cantidad de fábricas y puestos de trabajo en los últimos años.
“Vuestro acero va a volver, vuestra energía será protegida. Habrá una situación completamente diferente, ya no seremos considerados gente tonta, seremos los genios, créanme”, prometió Trump, entre ovaciones quien hizo todo tipo de promesas a los empobrecidos habitantes del “cinturón del óxido”, área de manufacturas de la que forman parte estados decisivos para las elecciones como Pensilvania y Ohio y en donde el magnate espera dar la sorpresa para llevarse un buen puñado de delegados gracias al descontento popular. “Los políticos les han fallado, los han traicionado, han dado sus trabajos a los países extranjeros. Nosotros nos hemos quedado con la pobreza, ellos con las fábricas, los trabajos y la riqueza”, resaltó Trump, que como siempre carga contra China y México por “robar” los empleos a los ciudadanos de Estados Unidos.
La apuesta del magnate por aislar Estados Unidos y acabar con los tratados de libre comercio provoca siempre grandes ovaciones entre la multitud, de la que el viernes se escapó un grito: “¡Acabemos con las Naciones Unidas!”. “Estaba en el otro lado, en las alturas, pero vi lo que estaba pasando y dije: esto no va a funcionar, vamos a perder nuestro paós si continuamos así. Y me encanta que hayamos creado un movimiento como nunca antes”, clamó Trump, rodeado por sus seguidores y unas enormes letras rojas con su nombre.
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