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El nuevo JFK
Tras las mayores victorias del fin de semana –el sábado en las asambleas partidarias (caucuses) en el estado de Washington y Michigan, anoche encabezaba otra en el pequeño estado de Nueva Inglaterra: Maine (ver pág.17)–, el senador John Forbes Kerry se ha vuelto imparable entre los precandidatos demócratas. Pero falta camino por recorrer. Y para Kerry captar el voto del sur.
The Washington Post
No había esperado verme involucrado en la campaña presidencial de este año. Pero casi diariamente mi nombre es mencionado por algún comentarista como una advertencia de qué candidato deberían evitar. Uno tiene la impresión de que la campaña de 1972 es la única cuyos defectos son dignos de mención. ¿La lección del ‘72 es que George McGovern perdió en todos lados excepto Massachusetts y el distrito de Columbia? Si es así, ¿qué hay de la lección de 1984, cuando mi amigo Walter Mondale perdió en todos lados salvo Minnesota y el Distrito? ¿Acaso la lección de estas campañas es que los liberales de Medio Oeste nunca pueden llegar a la Casa Blanca? No lo creo. Mondale y su mentor de Minnesota, Hubert Humphreys, quien, como yo, fue derrotado por Richard Nixon, eran patriotas de incuestionable integridad y habilidad.
(George S. McGovern)
The Washington Times
En la medida en que John Kerry le añada más logros a su cinturón de campaña, es cada vez más posible que sea el abanderado del Partido Demócrata. Lo que cada votante tiene que tratar de entender es que es lo que representa y si sus antecedentes como votante y su conducta como funcionario público presagian o no la forma en que gobernará desde la Casa Blanca. Con un patrón de declaraciones autocontradictorias, descifrar lo que Kerry realmente cree no es tarea fácil. Un artículo de Michael Isiskoff en Newsweek informa que mientras Kerry promocionó la reforma para la financiación de campañas y ataca con regularidad la campaña de Bush y a los republicanos por reunir fondos a través de intereses especiales, el senador ha reunido gran parte de los 30 millones para sus campañas para el Senado de dinero no contabilizado de grandes donantes.
(Editorial)
The Nation
Nada cambia. Los resultados del mini martes no alteraron la carrera. John Kerry ganó en Missouri, Delaware, Arizona, Nueva México y Dakota del Norte. John Edwards se ubicó primero en su estado natal de Carolina del Sur. Wesley Clark salió primero por unos cientos de votos en Oklahoma. Howard Dean no logró nada mejor que salir tercero en cualquier carrera; salió quinto (detrás de Al Shrapton) en Carolina del Sur. Dennis Kucinich, una vez más se quedó en la tierra de Asterik, pero logró trepar a 5 puntos en Nueva México. De manera que Kerry sigue siendo el hombre para derribar. Fue el único candidato que obtuvo delegados en cada estado.
(David Corn)
Le Monde
¿Es humano o sintético? ¿Sincero o falso? A cada etapa de su campaña, el candidato John Edwards, senador de Carolina del Norte, repite exactamente las mismas frases, con las mismas entonaciones, los mismos gestos, la misma sonrisa de niño que se ilumina o se apaga a voluntad: “Hoy, bajo Bush hay dos Estados Unidos. Uno que trabaja, el otro que cobra”. Cuando vuela, su mecha sigue siempre el mismo movimiento, como programada. Jamás malgasta un segundo de su tiempo. Cuando el fotógrafo de Libération le pidió posar un minuto, se inquietó, seco, “¿Por qué?”, y en cuanto se registró la respuesta da las gracias y gira los talones. Pasea con él, a menudo durante miles de kilómetros, a sus dos últimos hijos rubios, Jack y Emma. Después de cada reunión, éstos sacan la cabeza por la ventana del ómnibus para sonreír a los fotógrafos.
(Pascal Riche)
The Guardian
El senador John Kerry emergió como el líder entre los disparos demócratas apuntándole a George W. Bush y las embajadas en Washington sin duda están rastreando sus antecedentes y discursos en busca de pistas para saber cómo podrá ser su política exterior. Para aquellos gobiernos desesperados por el estilo de Bush de cortarse solo en cualquier cosa desde el acuerdo de Kyoto sobre cambios climáticos a la Corte internacional, a Irak, Kerry representa un quiebre en el enfoque salvaje de los asuntos internacionales de la presente administración. El ha condenado a la administración Bush por seguir “la política exterior más imprudente en la historia moderna” al implementar una “guerra unilateral y preventiva que amenaza la seguridad y la prosperidad de Estados Unidos”.
(Mark Tran)
Corriere della Sera
Al día siguiente de la primaria demócrata del “pequeño supermartes” en la que votaron siete estados, John Edwards prometió ganarle al que lleva la delantera, John Kerry, dentro de un mes, en la primaria del “gran supermartes” del 2 de marzo, cuando votarán tres megaestados, California, Ohio y Nueva York. El martes pasado, Kerry lo derrotó 5 a 1, el séptimo estado fue para el general Wesley Clark, pero Edwards se reconfortó con el triunfo en su estado natal, Carolina del Sur, donde derrotó al último kennediano con el 45 por ciento contra el 30 por ciento de los votos. Para colmar el alejamiento, anunció una “estrategia sureña”, una campaña en el sur, el terreno más inhóspito a Kerry que viene de la elite del nordeste: “Dominaré la primaria de Tennessee y de Virginia, y demostraré que el mío es un desafío vencedor”.
(Caretto Ennio)