EL MUNDO
› COMO BUSH EVADIO TAMBIEN LA GUARDIA NACIONAL
La falsa conscripción de W.
George W. Bush tuvo que hacer públicos los documentos sobre su dudoso servicio militar –que sigue pareciendo trucho–. Ante unas encuestas que muestran que su popularidad pierde fuerza –está por debajo del 50 por ciento– y las duras críticas demócratas, la Casa Blanca salió a dar pruebas de que el actual presidente cumplió sus obligaciones durante su último año en la Guardia Nacional Aérea.
“Estos documentos prueban claramente que el presidente cumplió sus obligaciones”, afirmó el portavoz de Bush, Scott McClellan, al presentar las nóminas y los puntos que recibió durante su servicio. Un día antes, la Casa Blanca había asegurado que no era posible encontrar esos datos, treinta años después de su emisión. Pero McClellan no pudo describir ante la prensa las tareas asignadas al presidente durante su servicio militar en la década de 1960: “No tengo un calendario de lo que hizo hora por hora”. El portavoz recordó que en la Guardia Nacional se cobraba por cada día de servicio, por lo que, según él, las nóminas demuestran que el presidente se presentó a cumplir sus tareas.
Pero McClellan reconoció que la Casa Blanca no ha podido encontrar a compañeros de Bush en la Guardia Nacional que estén dispuestos a atestiguarlo. El columnista Richard Cohen, quien sirvió también en la Guardia Nacional, ha publicado en el periódico The Washington Post cómo Bush recibía su salario íntegro pese a que durante dos años dejó de asistir a los entrenamientos obligatorios. Esto es muy polémico, ya que la Guardia Nacional fue el modo que Bush tuvo de evitar ser enviado a Vietnam.
La polémica sobre su servicio militar ha resurgido en momentos de debilidad para el presidente, que no sólo afronta graves críticas en torno de las armas de destrucción masiva o el déficit presupuestario. Iniciativas presentadas en el último mes y calculadas para contrarrestar el interés generado por las primarias demócratas han recibido una tibia acogida –como el programa espacial para enviar una misión tripulada a Marte– o han pasado inadvertidas, como su discurso sobre el Estado de la Unión.