EL MUNDO
› ESCANDALO POR 13 MILLONES DE DOLARES EN PARIS
Las cuentas de Madame Arafat
› Por Eduardo Febbro
La Justicia francesa lleva más de cuatro meses investigando los movimientos sospechosos registrados en dos cuentas bancarias que Soha Arafat, esposa del presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, tiene abiertas en la capital francesa. Según trascendió en medios judiciales, a mediados de octubre la Justicia inició una investigación preliminar para determinar el origen de nueve millones de euros (13 millones de dólares) depositados en dos cuentas que Soha Arafat, que reside en París, posee en el Arab Bank y el BNP francés (Banque Nationale de París).
Las sumas investigadas corresponden al período que va entre julio del año 2002 y julio del 2003 y durante el cual se giraron, a partir de un banco suizo, los fondos a las cuentas antes mencionadas a razón de casi un millón de dólares por mes. La importancia del dinero girado también despertó las sospechas del Tracfin, la célula de lucha contra el lavado de dinero perteneciente al Ministerio de Economía. Curiosamente, dos de los nueve millones de euros terminaron en manos de un célebre decorador parisino, Alberto Pinto, por razones aún desconocidas. Pese a que los dos millones de euros le fueron destinados, el decorador afirmó que nunca había trabajado “para Arafat o su familia”.
Las investigaciones preliminares apuntan por ahora a determinar si se han cometido infracciones que pueden dar lugar a una instrucción más profunda. El descubrimiento de las cuentas de Soha Arafat, así como la importancia de los montos girados, cae en un mal momento. El sábado pasado, 350 miembros del Fatah, el movimiento de Yasser Arafat, renunciaron colectivamente en signo de protesta por la ausencia de reformas y la corrupción. Aún más, la Unión Europea inició otra investigación con la meta de determinar si la Autoridad Palestina desvió las subvenciones europeas pagadas a Palestina. La Oficina de Lucha contra el Fraude de Europa (OLAF) quiere saber si los créditos aportados (350 millones de euros) y destinados a programas de educación y de seguridad (policía) no fueron acaso desviados hacia otras cuentas más “personales”. La OLAF basa sus sospechas en un control de las finanzas palestinas realizado por el FMI. El responsable de la auditoría, el palestino Karim Nashashibi, advirtió sobre “el desvío de los fondos del presupuesto palestino hacia una cuenta bancaria especial controlada por el presidente Arafat”. Nashashibi calculó que entre el año 1995 y 2000 unos 900 millones de dólares habían sido dirigidos hacia otras cuentas. Y los montos que llegaron a las dos cuentas de la esposa del líder palestino son demasiado importantes como para que pasen inadvertidos. Un millón de dólares por mes representa una suma difícil de justificar en un contexto como éste.