El presidente venezolano, Hugo Chávez, le lanzó una apuesta ayer “en bolívares o dólares” a su par estadounidense, George W. Bush: “a ver quién dura más desde hoy en adelante: él en la Casa Blanca o yo en Miraflores”. Frente a una concentración de al menos 60.000 seguidores, que marcharon desde distintos puntos de Caracas, Chávez aseguró a sus opositores que la “fórmula Haití” no se aplicará a Venezuela. La movilización se realizó en paralelo a los disturbios en el exclusivo sector de Altamira (este de la capital) entre opositores y efectivos de la militarizada guardia nacional, que en la madrugada de ayer provocaron dos muertos y durante el día tres heridos. De fondo, la convocatoria opositora a un referéndum revocatorio del mandato del presidente y las firmas –1,4 millón puesta en duda– que presentó.
En la marcha contra “la injerencia extranjera en los asuntos internos de Venezuela”, Chávez insistió: “Hay que decirle basta al gobierno del señor Bush, gobierno intervencionista invasor y colonialista como pocos han pasado por la Casa Blanca”. Los chavistas activaron la marcha de ayer desde el sector Parque del Este (este antichavista) y el sector Longaray, en la popular parroquia de El Valle (sudoeste). El mandatario venezolano habló de la “tragedia” en Haití. Tomando de ejemplo el caso de Haití, señaló que “Aristide ha renunciado, bueno, los grupúsculos violentos aquí deben estar pensando que ellos van a lograr esa misma situación”, dijo Chávez a la oposición de su país. Chávez destacó primero su “respeto y amor al pueblo de Haití, lamentando mucho “esa nueva tragedia por la que está pasando, de intervencionismo, de agitación, de fascismo”.
“Debo decirles a los que pretenden o pudieran estar pretendiendo aplicarle a Venezuela la formula de Haití: ¡que Venezuela no es Haití ni Aristide es Chávez ni Chávez es Aristide!”. Aseguró que ningún país ni organización internacional intervendrá en Venezuela porque “aquí lo que hay es un pueblo libre y una patria soberana, (y sus adversarios por eso) están muy equivocados”.
Chávez evocó su vuelta al poder a las 47 horas de haber sido víctima de un efímero golpe de Estado el 12 de abril de 2002, para subrayar: “Ha tenido una respuesta en el pasado reciente, aquí la tiene el presidente Bush”, aludiendo a sus seguidores. Chávez acusa desde hace semanas a la administración Bush de haber estado involucrada en el golpe de Estado de 2002, de financiar al grupo electoral opositor Súmate, que coordinó la recolección de 3,4 millones de firmas para impulsar un referendo revocatorio de su mandato, y de recibir a todos sus adversarios políticos con planes desestabilizadores en Venezuela.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela anunció ayer que abrirá 1000 centros de reparo para las firmas “sospechosas” que avalan una solicitud de referendo revocatorio contra el presidente. El rector electoral venezolano Jorge Rodríguez informó que el proceso de reparo durará cinco días, del 18 al 22 de marzo próximo, con la intención de que los electores puedan firmar nuevamente. Asimismo precisó que los electores deberán aclarar si quieren “incluirse o excluirse” entre los firmantes que resulten “dudosos”, para luego firmar y estampar su huella dactilar en un libro de reparos.
Rodríguez precisó que los reparos serán posibles sobre las firmas admitidas o enviadas en reparo, pero no sobre las rechazadas, salvo en los casos en los que exista una “incongruencia” en los datos personales del elector y los registrados en el patrón electoral. Rodríguez reiteró que en las próximas horas se dará a conocer un informe preliminar sobre la cantidad de firmas aceptadas, rechazadas o enviadas a reparo sobre un total de 3,4 millones de rúbricas opositoras entregadas para la consulta. Según datos suministrados por el CNE, la oposición presentó planillas con 3,4 millones de firmas, de las cuales un 1,4 millón han sido rechazado o sometido al proceso de reparo.
Simultáneamente a la marcha chavista, opositores cerraron vías y quemaron neumáticos en varias ciudades en protesta contra lo que consideran el “robo” de las firmas que avalan la consulta contra Chávez. Desde la mañana, un grupo de 200 antichavistas trató de traspasar las barreras de seguridad para boicotear el paso de los chavistas en la autopista Francisco de Miranda, la principal de la capital. Además, en la Plaza Altamira, bastión opositor tres cuadras al norte, un opositor fue herido de un disparo en la cabeza hecho por supuestos seguidores de la activista oficialista Lina Ron. Allí, un camarógrafo y un fotógrafo también resultaron heridos. Esas protestas son parte de las violentas manifestaciones que sacuden Caracas tras una decisión del CNE de poner en observación a más de un millón de firmas recabadas por la oposición para lanzar la consulta contra el gobernante.