EL MUNDO
› EE.UU. ACUSA A AL-ZARQAWI, UN VOLANTE DICE QUE MURIO HACE MESES
El hombre o su reflejo detrás del ataque
Por Justin Huggler *
Desde Bagdad
Mientras Irak seguía velando ayer a las víctimas de las masacres del martes en Kerbala y Bagdad, se mantenía la confusión sobre quién estuvo detrás de la serie de atentados suicidas y ataques de mortero. Las fuerzas de ocupación estadounidenses apuntaron el dedo a Abu Musab al-Zarqawi, un asociado de Al-Qaida, pero un volante apareció ayer en Faluja afirmando que fue muerto hace meses. EE.UU. descartó la versión como falsa. Además, el general John Abizaid, jefe del comando central estadounidense (Centcom), declaró ayer que se oponía a la formación de milicias chiítas en Irak, reclamadas por esa comunidad para protegerse de agresiones.
La violencia siguió ayer, con informes de al menos tres personas que fueron muertas en un ataque en una central telefónica –el segundo ataque contra la red telefónica en dos días–. Fuerzas estadounidenses arrestaron a 14 iraquíes, incluyendo a un hombre que dijeron que era un ex baasista bajo el régimen de Saddam y que ahora lidera un grupo militante formado por extremistas sunnitas de la confesión wahabita. Apenas horas después de los ataques del martes, altos oficiales militares estadounidenses afirmaron que llevaban las marcas de Al-Zarqawi. La crisis se produjo sólo semanas después de que EE.UU. filtrara lo que afirma que es un mensaje interceptado de Zarqawi en Irak a líderes de Al-Qaida en Afganistán pidiéndoles ayuda para lanzar ataques de gran escala contra los chiítas de Irak. El plan delineado en el presunto mensaje es promover represalias chiítas contra los sunnitas de Irak, lo que llevaría a la guerra civil.
Pero un volante distribuido en Faluja, la localidad que ha llegado a representar la resistencia sunnita iraquí, afirma que Zarqawi fue muerto hace meses en las montañas del norte de Irak y que el mensaje interceptado había sido “trucado”. El volante, firmado por 12 grupos de la resistencia, dice que el hombre fue muerto en las montañas de Suleymaniyah “durante el bombardeo norteamericano allí”, que ocurrió hacia el fin de la campaña de invasión en abril último. Aviones de guerra norteamericanos bombardearon las montañas en una ofensiva contra Ansar al-Islam, un grupo islamista militante que Estados Unidos acusó de tener vínculos con Al-Qaida. El volante alega que Al-Zarqawi estaba allí y no pudo escapar porque tiene una pierna artificial. El volante sigue afirmando que “la verdad es que Al-Qaida no está presente en Irak”. Y viene sólo un día después de que Al-Qaida diera el paso inusual de emitir una desmentida de que estuviera involucrada en el ataque a los chiítas, en el que pueden haber muerto 271 personas.
Cualquiera sea la verdad, alguien parece estar desarrollando grandes esfuerzos para negar las acusaciones norteamericanas de que Al-Zarqawi realizó los ataques para provocar una guerra civil. Estados Unidos descartó ayer el volante de Faluja como “patentemente falso”. Pero funcionarios estadounidenses todavía no han aparecido con ninguna evidencia para respaldar su afirmación de que Zarqawi es el culpable, y eso sólo puede aumentar las dudas en la calle iraquí, que es donde más importan. El volante de Faluja dijo que el supuesto mensaje de Zarqawi a los líderes de Al-Qaida estaba siendo usado por las fuerzas ocupantes “para respaldar su teoría de una guerra civil” en Irak. De hecho, hasta ahora la mayor parte de la rabia chiíta ha estado dirigida no a los sunnitas iraquíes sino a los norteamericanos, a quienes los chiítas culpan del vacío de seguridad que permitió que ocurrieran los atentados.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.