Por Clodovaldo Hernández *
Desde Caracas

Hugo Chávez logró capear el temporal de una semana de disturbios pero se enfrentó a una sorpresa diplomática: la renuncia de su embajador ante la Organización de las Naciones Unidas, Milos Alcalay, quien alega que no puede respaldar las violaciones a los derechos humanos que, a su juicio, ha cometido el gobierno venezolano en la represión de las manifestaciones opositoras. De todas formas, el gobierno minimizó la renuncia de Alcalay. Por otra parte, una mujer murió ayer durante protestas en la zona petrolera del oeste de Venezuela.
En Nueva York, en el recinto de la ONU, renunció el embajador venezolano en el organismo mundial, Milos Alcalay. “Hoy los derechos humanos en mi país considero que están siendo violados”, afirmó en conferencia de prensa tras entregar una carta al secretario general Kofi Annan. El gobierno venezolano rechazó los argumentos del embajador. El vicepresidente José Vicente Rangel negó la violación a los derechos humanos de opositores detenidos en el curso de los disturbios. Rangel acusó a la oposición de “enmascarar” sus agresiones contra las fuerzas de seguridad con sus protestas, desde el viernes de la semana pasada. “Esa oposición forajida pretende enmascarar sus agresiones a la ciudadanía y a la propiedad pública y privada, acusando al gobierno de represivo y de violar los derechos humanos. Nada más falso que ese intento por justificar la acción terrorista y cubrirla con el manto de una causa justa”, dijo.
Las protestas opositoras, que duraron cuatro días en intensidad, se produjeron mientras se esperaba una decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) acerca del referéndum revocatorio del mandato de Chávez. Tras el anuncio, las manifestaciones redujeron su intensidad. El CNE declaró válidas 1,83 millón de firmas y puso en observación 876 mil. Para que el referéndum sea convocado es necesario que 603 mil de estas rúbricas sean ratificadas por los electores.
En Caracas, un grupo de opositores se manifestó ayer ante la Dirección de la Magistratura, organismo que destituyó a dos jueces, luego de que dejaran en libertad a personas detenidas por participar en los desórdenes. Inicialmente estaba prevista para ayer una gran marcha de toda la oposición, pero la Coordinadora Democrática la aplazó para mañana sábado. El ministro de Defensa, general Jorge García Carneiro, anunció nuevas detenciones de los opositores que impulsaron los violentos disturbios para defender las firmas que –aseguran– son suficientes para un referendo contra Chávez.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.