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La extraña muerte del prisionero Abu Abbas
Por Robert Fisk*
Cuando Mohamed Abu Abbas, de 55 años de edad, murió misteriosamente en un campo de prisioneros de Estados Unidos en Irak el martes, nadie se molestó en llamar a su familia. Sus captores estadounidenses no dieron ninguna indicación a la Cruz Roja Internacional de que había estado mal y su mujer Reem escuchó por primera vez que estaba muerto cuando vio el noticiero árabe. Sin embargo, en su última carta a su familia, escrita hace siete semanas y mostrada ayer a este diario en Bagdad, el militante palestino escribió “estoy en buena forma y gozo de buena salud”, añadiendo que esperaba que lo liberaran pronto. De manera que ¿qué pasó con Abu Abbas? Aunque fue un prominente colega de Yasser Arafat durante más de tres décadas, el mundo relacionará para siempre su nombre con el secuestro del crucero “Achille Lauro” en 1985, cuando los miembros de su pequeño Frente de Liberación de Palestina pilotearon el barco hacia el mar Mediterráneo y, en un asesinato cruel que causaría la furia internacional, mataron a un anciano judío estadounidense que estaba en silla de ruedas y lanzaron su cuerpo al mar. Los otros pasajeros fueron liberados eventualmente en Egipto, después que Abu Abbas negociara con las autoridades en El Cairo la liberación de los secuestradores.
En vano señaló que el plan de los secuestradores era viajar como polizontes en el barco, no lastimar a los pasajeros y luego desembarcar en Israel cuando el barco anclara en el puerto de Haifa, y que sólo fue el descubrimiento de un miembro de la tripulación lo que los instó a tomar el barco. “Los medios no dijeron al mundo que yo salvé a 600 pasajeros y que sólo murió un discapacitado”, se quejaba después. Sin embargo, en una entrevista en un diario se lo citó como diciendo que “Klinghoffer” era discapacitado pero estaba incitando y provocando a los otros pasajeros. De manera que se tomó la decisión de matarlo. No obstante, diez años después, los mismos israelíes le permitirían a Abbas, ahora un miembro del Consejo Nacional Palestino, entrar a territorios ocupados para participar en las elecciones en Cisjordania. Hasta visitó su hogar familiar en Haifa, en Israel. Apoyó los acuerdos de paz entre israelíes y palestinos y favoreció la anulación de los artículos anti-israelíes en la declaración de la OLP.
Como tantos de los colegas de Arafat, había sufrido esta transformación mística de Medio Oriente de “superterrorista” a pacifista. De manera que ¿por qué había sido encarcelado en los duros confines del campo de prisioneros del aeropuerto estadounidense en las afueras de Bagdad? Nunca fue acusado de ningún crimen, nunca se le ofreció un abogado defensor, nunca se le permitió el contacto directo con su mujer y su familia, y sólo se le permitió comunicarse con el mundo exterior vía la Cruz Roja. Fue a través de ella que la llamaron a su mujer, Reem, en Beirut para decirle que su marido estaba muerto.
“No sé nada de esto, nada”, sollozaba por teléfono a The Independent desde Beirut ayer. “¿Cómo murió? ¿Por qué no se nos dijo nada? Cuando escuché esta terrible noticia en la televisión pensé que debía ser un rumor, eso sucede mucho aquí. Pero luego la Cruz Roja me llamó a medianoche y me dijo que era verdad.” Mohamed Abu Abbas es el prisionero más importante que muere en custodia de Estados Unidos en Irak y se une a una creciente lista de muertes inexplicables entre los 15.000 iraquíes y palestinos presos por las fuerzas militares de Estados Unidos. Las autoridades de la ocupación en Irak sólo decían que iban a realizar una ceremonia post mortem con los restos de Abbas.
El Frente de Liberación de Palestina (FLP) hace tiempo que tiene oficinas en Bagdad, junto con las de la OLP de Arafat. El principal del buró político del FLP, Mohamed Sobhi, dijo ayer que el arresto de Abu Abbas por las tropas de Estados Unidos el 14 de abril el año pasado no había tenido otro motivo que “la necesidad de los soldados estadounidenses de ese momento de buscar falsas victorias. Todos sabíamos que Abbas había estado en Palestina en 1996 para las elecciones de Cisjordania en Gaza y que Estados Unidos e Israel permitieron esto. Después de eso, viajó a áreas palestinas y otros estados árabes varias veces. Les dijimos todo esto a los estadounidenses de aquí y exigimos que lo liberaran”.
Reem Abu Abbas, que tiene un hijo de su marido y dos de un matrimonio anterior, dice que él estaba todavía viviendo en Bagdad cuando las tropas estadounidenses entraron a la ciudad el 9 de abril del año pasado. “Estaba tratando de mantenerse alejado porque muchos iraquíes y palestinos estaban siendo arrestados, gente que no había hecho nada. Las tropas estadounidenses asaltaron nuestro hogar. Mohamed no estaba ahí pero yo vi todo por Fox Televisión. Vi mi propia casa por la pantalla. La noche del 14 de abril, Mohamed me llamó desde la casa de un amigo. Fue un gran error. Creo que así lo rastrearon y lo encontraron. Poco después, los soldados estadounidenses subieron las escaleras.” Las autoridades de la ocupación anunciaron inicialmente la captura “del importante terrorista Abu Abbas”, sin mencionar su regreso a los territorios ocupados o que los mismos israelíes que podían estar más ansiosos que los estadounidenses por verlo en prisión, habían permitido libremente que el líder del FLP entrara a su territorio como un negociador de paz.
Dos años atrás, según Sobhi, Abu Abbas había sufrido un ataque de angina y pasado 12 días bajo tratamiento en el Hospital Abu Nafis de Bagdad con Reem a su lado. No tuvo otros problemas de salud y en su último pedido a su familia a través de la Cruz Roja les solicitó que le enviaran dos cajas de cigarrillos Malboro, shorts para correr y un jogging. No parece la lista de un hombre enfermo. Durante meses después del anuncio de su arresto, Reem Aboul Abbas, con su familia y amigos y la Cruz Roja, imploraron por saber dónde estaba. Yo descubrí que estaba en un ala especial de seguridad en el Aeropuerto Internacional de Bagdad, junto con ex funcionarios baasistas.
Sobhi hace responsable a Estados Unidos por la muerte de Abu Abbas y está pidiendo a la Autoridad Palestina que lleve a cabo su propia investigación de la muerte del líder de FLP. “Culpamos a los estadounidenses por esto. Responsabilizamos a las tropas de Estados Unidos por su muerte. Nadie jamás dijo que su salud estaba declinando. Me han dicho que los estadounidenses quieren mandar el cuerpo a Palestina, aunque su mujer puede querer enterrarlo en el Líbano”. Abu Abbas no parece haber dado ningún indicio de una muerte inminente. Pero 49 días después de haber escrito su carta esperanzada, estaba muerto.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.