EL MUNDO
› DE LA ELECCION AL GOBIERNO HAY UN LARGO TRECHO
Zapatero también en su dilema
Por Elizabeth Nash *
Desde Madrid
A pesar de encabezar el partido electo por la mayoría de los españoles, es improbable que José Luis Rodríguez Zapatero tome las riendas del poder en España antes de Pascua. No puede anunciar ninguna iniciativa gubernamental hasta que haya sido formalmente investido por ambas cámaras del Parlamento. Pero los ministros del derrotado gobierno del saliente primer ministro José María Aznar, que implementó políticas tan devastadoramente despreciadas por los votantes españoles el domingo, mientras tanto siguen en funciones. Angel Acebes, que proclamó contra toda evidencia que los separatistas vascos ETA eran responsables por las bombas del jueves, continúa como ministro de Interior. Ana Palacio, que les dio instrucciones a los embajadores españoles de aprovechar toda oportunidad para culpar a ETA, todavía está al mando de la Cancillería. Y Federico Trillo, que envió las tropas españolas a la guerra, está todavía en Defensa.
Tan respetuosos son, sin embargo, los políticos españoles de su cuidadosamente forjada Constitución democrática, que no es “cuestión que los ministros a punto de terminar sus períodos traten de ejercer influencias secretas. Sólo pueden llevar a cabo funciones administrativas. No pueden tomar ninguna iniciativa política”, dice Camilo Valdecantos, corresponsal en el Parlamento del diario El País. Este proceso, trabajosamente armado, supuestamente debe garantizar la legitimidad del traspaso del poder para asegurar la estabilidad y que todos los procedimientos sean seguidos correctamente, dijo Valdecantos.
Pero un interregno tan prolongado puede ser desestabilizador. Fue durante los inciertos meses entre la renuncia de Adolfo Suárez en 1981 y el juramento de su sucesor, Leopoldo Calvo Sotelo, que el teniente Antonio Tejero irrumpió en el Parlamento e intentó un golpe fascista. Nadie espera que hoy suceda algo parecido. Más bien el pesado traspaso de poder está concebido para evitar bruscos cambios políticos que los españoles asocian con intentos de golpes. El nuevo Parlamento español se congregará el 2 de abril, después que los resultados de las urnas hayan sido legalmente aprobados y que cada nuevo miembro haya sido formalmente acreditado. El rey Juan Carlos mantendrá luego conversaciones con el líder de cada partido con representación parlamentaria, un proceso que probablemente dure varios días. Sólo entonces el Parlamento se congrega para elegir a su presidente, que será el Primer Ministro de España.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère