EL MUNDO
› EN LA TERCERA ELECCION DEMOCRATICA EN SUDAFRICA
La gente se agolpó para votar
Por Pía Díaz *
Desde Johannesburgo
“Hay que tener paciencia. Para votar y para con el gobierno”, dijo Virginia Nyathela, de 34 años de edad, mientras la fila de votantes en el colegio de educación primaria en Klipspruit, Soweto, el township más grande de Sudáfrica, se movía lenta pero sostenidamente. “Pero ésta es la última oportunidad que le doy al señor (Thabo) Mbeki”, agregó. Como ella, un electorado masivo acudió ayer a las urnas con motivo de las terceras elecciones democráticas en Sudáfrica, diez años después del fin del régimen del apartheid, que según todos los pronósticos ganará el Congreso Nacional Africano (ANC) en el poder.
La Comisión Electoral informó que todos los locales de votación abrieron y que hubo pocos problemas de retraso. Más de 20 millones de personas estaban registradas. “El problema más grande lo tuvimos cuando alguien hizo una llamada anónima diciendo que había una bomba en uno de los centros de votación en Johannesburgo. Pero la llamada nos costó sólo un par de horas”, dijo Masotho Moepya, de la Comisión Electoral Independiente. A pesar de la apatía expresada antes de las elecciones en muchos de los locales, la gente se agolpó para poder depositar sus dos votos, con los que eligen un representante para el Parlamento y otro para el gobierno regional. El Parlamento elegirá la próxima semana al candidato del partido que obtenga la mayoría de los votos. Nadie duda de que el Congreso Nacional Africano obtendrá la victoria y de que Thabo Mbeki tiene asegurada su reelección, pero ayer la Comisión Electoral aún no había entregado un resultado –completo estará mañana–.
Mandela que, a pesar de sus 85 años, tiene una vida agitada, aprovechó de recordarle al mundo la importancia de votar. “Yo sinceramente espero que el mundo entero abandone la violencia y utilice métodos pacíficos para asegurar sus derechos de ciudadanos”, dijo tras depositar su voto en el lujoso barrio de Houghton, en Johannesburgo. “Me siento emocionado, pues puedo votar una vez más”, agregó.
Diez años después el racismo está despareciendo en Sudáfrica. “Yo no tendría problemas para votar a un hombre blanco, siempre y cuando yo viera que él puede acabar con el desempleo”, dijo Natal Ndlovo, de 34 años de edad. “Pero por ahora sigo fiel al CNA”, agregó. Pero aún el modo de votar está definido por el color y, a veces, incluso la etnia. Kwa Zulu-Natal, la provincia que hasta ahora ha escapado al dominio del CNA, es la cuna de los zulúes. Allí mucha gente vota por el Inkhata Freedom Party porque dicho partido representa los intereses zulúes. Para evitar los actos de violencia se han desplegado 20.000 efectivos de la policía y el ejército. En el resto del país se desplegaron otros 20.000 policías.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.