La escalada militar israelí contra los jefes militares de la resistencia palestina no cesa. El jefe del Hamas, Abdelaziz Al Rantisi, fue asesinado ayer por la noche en un ataque aéreo israelí en la ciudad de Gaza, menos de un mes después de la eliminación de su antecesor y fundador de ese movimiento islamista radical palestino, el jeque Ahmad Yassin. Por lo menos, dos cohetes disparados desde un helicóptero israelí alcanzaron de lleno al vehículo en el que se encontraban el jefe del Hamas para Gaza y Cisjordania y dos de sus guardaespaldas que también murieron, entre ellos su hijo Muhamad. Seis transeúntes que se encontraban cerca del vehículo resultaron heridos. La Casa Blanca justificó el ataque señalando que Hamas es una organización terrorista y que Israel “tiene derecho a defenderse”.
Rantisi, de 57 años, circulaba con sus escoltas por una céntrica calle del barrio Shej Raduán de Gaza capital cuando dos cohetes disparados por helicópteros israelíes Apache impactaron en su coche Subaru. Los dos guardaespaldas murieron en el lugar, mientras que Rantisi ingresó en el quirófano del hospital Shifa de Gaza en estado crítico. Los médicos certificaron su muerte cinco minutos después del ataque aéreo. “Rantisi ha muerto” era el escueto mensaje de los panfletos difundidos, tan sólo media hora después, entre las miles de personas que afluían hacia el lugar de los hechos y hacia el hospital Shifa de Gaza. Rantisi fue asesinado a tan sólo un centenar de metros de donde está enterrado el jeque Yassin.
Tres días después del asesinato de este último, el Consejo Islámico del Hamas proclamó a Rantisi líder del movimiento en los territorios palestinos, mientras Jaled Mashal conservaba su liderazgo desde el exilio. El líder islámico vivía en la clandestinidad desde que el pasado junio Israel trató de asesinarlo, por primera vez, dentro de una casi incesante política de “asesinatos selectivos” contra los líderes islámicos en Gaza. Rantisi, pediatra de profesión, casado y padre de seis hijos, pertenecía a la línea dura del movimiento y se había opuesto siempre a cualquier acuerdo diplomático con Israel.
El dirigente palestino Yasser Arafat condenó “vigorosamente” el asesinato en un comunicado. “Al decir adiós a un valiente jefe combatiente, el presidente Arafat y la dirección palestina reafirman que los crímenes de la ocupación no harán más que reforzar nuestra resistencia frente a la barbarie de la ocupación”, agregaba el comunicado. “La resistencia es nuestro único camino”, continúa el texto. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) llamó “a la comunidad internacional a intervenir y frenar el círculo de violencia en la región”. En un escueto comunicado, la ANP agregó que el asesinato del líder de Hamas “es el resultado del apoyo de EE.UU. a Israel”. El ministro de Administraciones Locales de la ANP, Yamal Shobaki, dijo que “el asesinato de Rantisi significa que Bush ha dado luz verde a Sharon para continuar con sus crímenes”, además de aceptar su “plan de paz”. Un funcionario del Departamento de Estado declaró que Estados Unidos “sin dudas no le dio luz verde a Israel” para asesinar al líder de Hamas y que Washington “no tuvo ningún tipo de conocimiento previo” sobre el ataque. El Reino Unido e Italia fueron los primeros países europeos que condenaron el asesinato del líder. “El gobierno británico ha dicho repetidamente y en modo claro que los ‘asesinatos selectivos’ de este tipo son ilegales, injustificados y contraproducentes”, dijo un comunicado firmado por el ministro de Exteriores, Jack Straw. El canciller italiano, Franco Frattini, expresó que “este tipo de ejecuciones selectivas contribuyen a alimentar la espiral de odio y violencia, en vez de reducirla”.
Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámico Hamas anunció que “la guerra abierta contra el enemigo israelí continuará hasta la liberación” y clamó venganza por el asesinato, asegurando que no será apartado de su fin de destruir el Estado judío. “Israel lo lamentará. La venganza será pronto,” afirmó un líder de Hamas en el hospital donde murió Rantisi. “La sangre del doctor Rantisi no será derramada en vano. Este es nuestro destino, morir como mártires, como palestinos. La batalla no debilitará nuestros anhelos”, aseguró Ismail Haniya, posible sucesor de Rantisi. Israel deberá “asumir las consecuencias” del asesinato, declaró el ministro palestino encargado de negociaciones, Saeb Erakat, condenando este “horrible crimen”.
Los palestinos han salido a las calles de Ramala, otras ciudades de Cisjordania y de Gaza para protestar contra el último asesinato israelí y contra la ocupación de Israel en los territorios. En Ramalá, cientos de palestinos se congregaron en la céntrica plaza de Al-Manara con la intención, al parecer, de dirigirse a la Mukata, donde permanece confinado por Israel el presidente de la ANP, Yasser Arafat.
Sharon expresó rápidamente su satisfacción por la muerte de Rantisi. “Quien sistemáticamente mata a judíos sólo por su condición de tal sólo merece la muerte”, dijo el premier, según la TV israelí. El gobierno israelí prometió continuar sus operaciones de asesinato de jefes de los movimientos radicales palestinos. Israel asesinó a Rantisi para “debilitar a Hamas”, afirmó Avi Pazner, uno de los portavoces del gobierno israelí. Fuentes del gobierno israelí dijeron a la televisión pública que la aplicación de la decisión de matar a Rantisi era una mera cuestión de tiempo, porque se había tomado desde el año pasado.
“El terrorismo sólo socava la causa palestina y ellos deben entenderlo”, declaró Ionatán Peled, portavoz del Ministerio israelí de Exteriores. Israel no negociará ni con líderes ni con organizaciones terroristas y seguirá su lucha contra el Hamas mientras la ANP no lo haga, anunció el portavoz. Consultado sobre si este nuevo ataque contra una personalidad del Hamas fomentará el ciclo de violencia en la región, Peled afirmó que “ni Hamas ni las otras organizaciones terroristas han dejado de intentar atentar contra Israel”, manifestó. Concluyó que en ese sentido “Israel está luchando contra el terrorismo, y que la ANP tiene a 25.000 hombres en Gaza y son ellos los que deberían hacer este trabajo”.
El asesinato de Rantisi se produjo horas después de un atentado suicida que tuvo lugar en el paso de Erez, entre Israel y la Franja de Gaza, y en el que un soldado israelí murió y dos resultaron heridos, al igual que un guardia israelí, como consecuencia de la explosión provocada por un kamikaze palestino que se inmoló.
Más temprano, miles de palestinos habían desfilado en Cisjordania y en la franja de Gaza en ocasión del “Día del Prisionero”, exigiendo la liberación de unos 7.500 palestinos detenidos por Israel. Unos 7.500 palestinos están detenidos en Israel. Esta cifra incluye a 378 niños o adolescentes de entre 12 y 18 años y 86 mujeres, según estadísticas oficiales palestinas.