EL MUNDO
› ASESINARON A 68 PERSONAS EN UN ATAQUE CON EL SELLO DE AL QAIDA
“Vi un minibús repleto de chicos en llamas”
Basora, ciudad del sur iraquí bajo mando británico y que hasta ahora había permanecido relativamente tranquila, se convirtió ayer en un nuevo frente contra la ocupación, con ataques kamikazes simultáneos en el estilo de Al Qaida. Dieciocho niños fueron incinerados.
Por Patrick Cockburn *
Desde Bagdad
Terroristas suicidas que conducían vehículos llenos de explosivos mataron ayer a 68 personas, incluyendo 18 niños que resultaron incinerados, cuando se dirigían a la escuela, en una ola de ataques en Basora. “Miré a mi alrededor y vi que me sangraba la pierna y a mi vecino muerto en el suelo, despedazado”, dijo Amin Dinar desde su cama en el hospital. “Vi un minibús lleno de niños incendiándose.” Los brutales ataques demuestran que no hay ningún lugar seguro en Irak, aun cuando las relaciones entre las tropas británicas y las iraquíes en Basora han sido más cordiales que entre las fuerzas de Estados Unidos y la población iraquí.
Los iraquíes estaban sacando los restos de los cuerpos calcinados de dentro de los vehículos que se encontraron en la explosión después de que los terroristas condujeron sus vehículos simultáneamente exactamente luego de las 7 de la mañana hacia las entradas fortificadas de tres estaciones de policía y una academia de policía. Unas 100 personas resultaron heridas. Las peores pérdidas ocurrieron en la estación de policía de Saudia, cerca del mercado de la calle principal de Basora, donde dos camionetas, una llevando niños a un jardín de infantes y la otra llevando niñas a una escuela secundaria, quedaron destrozadas por la explosión. El nuevo ministro del Interior iraquí, Samir Sumeidei, ofreció ayer una rueda de prensa en la que confirmó que hay 28 niños entre los heridos por esos atentados con coches bomba.
Un gran cráter, de dos metros de profundidad y casi tres de ancho, se abrió en el pavimento frente a la estación de policía. En el pasado los terroristas han usado viejos proyectiles de artillería pesada unidos con cables y detonados por el conductor. Los soldados británicos que trataban de llegar a la escena donde explotó la bomba se encontraban con multitudes de iracundos iraquíes que los culpaban por no mantener la ciudad segura y terminaron siendo apedreados y tuvieron que abandonar el lugar. Hay unas 8700 tropas británicas en el sur de Irak.
Las bombas, que causaron las peores pérdidas en Basora desde el comienzo de la guerra, son similares a los ataques suicidas en otras partes de Irak en los últimos ocho meses. Los terroristas generalmente han bombardeado blancos fáciles, tales como las estaciones de policía, los cuarteles de la ONU, el Comité Internacional de la Cruz Roja y hoteles en Bagdad usados por extranjeros. Nunca consideraron muertes iraquíes civiles. Basora, donde las tropas británicas tienen el control, probablemente fue elegido como blanco porque es casi la única ciudad grande de Irak que ha estado relativamente tranquila en los meses recientes. Uno de los objetivos de la campaña de bombas es evidentemente mantener la temperatura política en Irak alta, al atacar todo el país. Los terroristas suicidas parecen estar más activos cuando hay una momentánea tranquilidad en la actividad guerrillera.
“Supongo que son de Al Qaida”, dijo Wael Abdul-Latif y agregó que había hasta 18 niños y nueve policías entre los muertos, aunque otros funcionarios dieron una cifra menor por el número de niños muertos. El cuarto ataque fue en la academia de policía en Zubair, una ciudad el sur de Basora. Los funcionarios de Defensa británicos dicen que la explosión ahí mató a tres iraquíes e hirió a cuatro soldados británicos, dos de ellos gravemente.
Estados Unidos insiste en que la campaña de bombas está siendo dirigida por un militante islámico jordano llamado Abu Musab al Zarqawi y han producido una carta interceptada escrita por él a Al Qaida. Pero el rol de Zarqawi sigue siendo turbio porque desde antes de la guerra Estados Unidos ha tratado de relacionar, sin una evidencia real, primero a Al Qaida con Sa- ddam Hussein y luego con la resistencia. En la práctica la coalición muestra pocas señales de saber quién está organizando esos ataques brutales. Aun si hubiera participación extranjera, sería imposible para un árabe no iraquí proveer casas seguras, vehículos e inteligencia sin ser descubierto.
Mientras los terroristas suicidas atacaban en Basora, el cese de fuego en la sitiada ciudad de Faluja parecía tambalear. Los marines de Estados Unidos dijeron que unos insurgentes iraquíes atacaron posiciones de los marines a la madrugada con una barrida de disparos y pequeñas armas de fuego. Los marines replicaron con fuego de tanque y helicópteros artillados matando a nueve guerrilleros de acuerdo con un vocero de las fuerzas estadounidenses. Los residentes locales dijeron que seis civiles murieron y diez fueron heridos en la lucha. La tregua también parecía tambaleante porque ningún guerrillero había entregado armas como lanzadores de granadas misilísticas y ametralladoras pesadas. Esto había sido acordado por los líderes locales en Faluja el martes. Los marines, por su parte, dejaron de permitir la entrada de las familias que regresaban a Faluja, manteniendo a 600 personas esperando en un puesto de control.
“Creo que éste es un último intento de los mujaidines y elementos de tipo criminal en la ciudad, para conseguir un último ataque antes que la situación política los haga desaparecer”, dijo el capitán Matt Watt del 3º batallón, 4º regimiento de marines. “Ven que el fin está cerca y están haciendo un último intento.” Mientras tanto, en Bagdad, el Consejo de Gobierno Iraquí nombrado por Estados Unidos eligió jueces y fiscales para el juicio de Saddam Hussein, pero sus nombres e identidades se mantendrán en secreto. Salem Chalabi, un abogado educado en Estados Unidos, es director general del tribunal especial establecido para juzgar a Saddam Hussein, capturado el 13 de diciembre. No se cree que el juicio tenga lugar hasta dentro de un año.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.